
En cualquier salón del automóvil, la belleza de sus modelos y azafatas va de la mano de las últimas novedades del sector, que a menudo quedan eclipsadas por sus acompañantes. Tokio no iba a ser menos. Este escaparate del motor es también una pasarela en la que contemplar el exostismo de la belleza oriental, tan poco común en los eventos europeos y norteamericanos.
Aquí te dejamos algunas instantáneas de esa otra cara del Salón de Tokio.