Todo ello lo consigue a partir del mismo bloque gasolina biturbo de 6 litros y 12 cilindros en disposición de W mediante una nueva optimización del rendimiento del motor, lo cual le lleva a completar una aceleración de 0 a 100 en 3,9 segundos. De este modo, supera los 4,2 segundos del Black Speed convencional aunque, eso sí, mantiene la velocidad máxima en 331 km/h.
Creado para demostrar todo el potencial deportivo del modelo británico, Bentley dispondrá del Continental GT Speed Black en carrocerías coupé y cabrio. Ambas incluirán detalles en negro a lo largo y ancho de su carrocería, como en los bordes de las ventanas, en las llantas de aleación de 21 pulgadas y 5 radios, en el difusor trasero o en las carcasas de los espejos retrovisores. Además, los cubre pinzas de freno podrán ir pintados en negro o en rojo.
En el habitáculo combina los elementos oscurecidos -consola central y partes del salpicadero en fibra de carbono y zonas de la tapicería en negro- con cuero disponible en colores que contrastan con éstos, entre los que se incluyen naranja, rojo o hasta amarillo. Por si no fuera suficiente, la división de personalización exclusiva de Bentley, Mulliner, se ha encargado del diseño de los asientos.
Por último, para fabricar cada uno de estos Continental GT se necesitan 110 horas en la planta que Bentley posee en Crewe, Reino Unido. De hecho, solamente el montaje de su motor lleva más de 12 horas y media. Mientras tanto, los interiores de Bentley están hechos a mano en un taller dedicado exclusivamente a ello, en donde se cose de forma artesanal.