El nuevo descapotable de Bentley luce en el exterior unas llantas de 21 pulgadas y numerosos elementos aerodinámicos. La parrilla y las tomas de aire en el parachoques delantero cuentan con un acabado cromado tintado. Los escapes poseen una forma elíptica. La suspensión ha sido rebajada diez milímetros y su peso en vacío alcanza los 2.495 kg.
Para el interior, Bentley se ha inspirado en los salpicaderos de los vehículos con los que ganaba carreras en Le Mans en los años 20. Los toques en madera o en fibra de carbono son opcionales. El sistema de infoentretenimiento del Continental GT Speed Convertible incluye mapas con imágenes por satélite, información del tráfico en tiempo real, la posibilidad de recibir radio digital, un disco duro de 15 GB ,cargador de seis CD y tomas para el iPod, el mp3, etc.
Bajo el capó del GT Speed Convertible, que sustituye al Continental GTC Speed, encontraremos un motor 6.0 W12 biturbo de 625 CV a 6.000 rpm y 800 Nm a 2.000 vueltas. Con él alcanza una velocidad punta de 325 km/h, acelerando de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos, y hasta los 160 km/h en 9,7 segundos. Bentley ha asociado a este propulsor una caja de cambios automática de ocho velocidades -con la posibilidad de rodar en modo Sport– y un tren de potencia con tracción total. Mientras que los desarrollos de las demás velocidades son cortos, la octava marcha ha sido concebida para conseguir buenos cruceros en autopista. Junto a un sistema de recuperación de la energía de las frenadas, el resultado es un consumo mixto de 14,9 litros a los 100 kilómetros -0,4 litros más que la carrocería Coupé-. Según la marca, supone una mejora del 15 % respecto a la generación anterior.
