Era el mes de julio de 2001 y Autofácil llegaba a su número 9, confirmando que se trataba de una publicación que se iba a convertir en la referencia de los medios de Motor durante muchos años, como sigue siendo en la actualidad.
En aquella edición aparecía por primera vez la carta a los lectores de nuestro presidente-fundador, Enrique Hernández-Luike, (en aquél momento, en calidad de Director General). Desde aquel momento, Enrique Hernández-Luike no ha faltado ni un solo mes a su cita con los lectores y, si en aquel julio de 2001 celebraba sus 50 años en el periodismo del Motor, a lo largo de estos 20 años hemos podido conmemorar los 60 años y estamos seguros de que son muchas las celebraciones que todavía nos quedan por delante.
A continuación, reproducimos dicha carta.
Un señor muy mayor suele rezar esta sencilla jaculatoria: «Señor, ya que no puedo, quítame las ganas». En muchos sentidos, es válida la petición, pero nunca en el ejercicio del periodismo. Por supuesto, jamás en la especialidad del Motor, en la cual me parece imposible perder las ganas ni la potencia. Certifico esta verdad desde el punto de vista de la veteranía, tras medio siglo de actividad en el Sector, a todos los niveles: como colaborador, periodista, fundador de empresas y publicaciones, maestro, patrón y asalariado número 28/01415278/42 de la Seguridad Social. Cuando vuelvo la vista hacia los recuerdos, me sorprende la longitud de 50 años de trabajo y testimonio en la llamada «prensa del movimiento» sobre motos, coches, camiones, barcos, aviones y bicicletas por añadidura. Como el movimiento se demuestra andando, el lector puede figurarse la larga marcha de Luike, desde mediados de 1951, en los periódicos de «Sevilla» y «Pueblo», Cadena Ser, TVE (cámara de Miguel Ors), creador de la agencia informativa Motor Press, en 1956, y de sucesivas publicaciones, así como director de editoriales y revistas propias y ajenas. He gozado medio siglo de Motor, medio siglo tenso e intenso, salpicado con algunos desagradecimientos a olvidar, pero con permanentes satisfacciones de amistad, respeto y buenos resultados profesionales, acaso inmerecidos o consecuencia del tesón ilusionado.
En mis bodas de oro con el periodismo del Motor no quiero olvidarme de enviar un abrazo a cuantos he sido útil y a quienes me ayudaron a serlo. Por eso, mi jaculatoria no puede coincidir con la referida al principio de este comentario. Como periodista del Motor, hoy director general de Ediaction News, ruego a Dios me mantenga la fuerza y las ganas para seguir en activo hasta morir con las botas puestas.
Enrique Hernández LUIKE