La compañía tecnológica alemana Bosch y el suministrador de información de tráfico holandés TomTom, conocido principalmente por sus dispositivos GPS, se han unido para desarrollar mapas que sirvan para dar un paso más hacia la conducción autónoma. Estos mapas, de alta resolución, están basados en señales de radar para crear una capa de localización, algo indispensable para elaborarlos con alta precisión. Hasta el momento, la recogida de datos para su posterior utilización en vehículos autónomos se había llevado a cabo siempre a través de señales de vídeo.
Este avance recibe el nombre de Radar Road Signature y reproduce el trazado de una carretera gracias a varios miles de millones de puntos de imagen que se van materializando en una imagen clara según van rebotando las señales de radar en elementos como, por ejemplo, las señales de tráfico. La precisión obtenida con este sistema a la hora de ubicar un automóvil es máxima, con un posible error de unos pocos centímetros. Esto significa que será capaz, incluso, de determinar el carril en el que se encuentra el vehículo. Además, este tipo de metodología también es efectiva en condiciones climatológicas adversas, que era el principal ´pero´ del sistema de recogida de datos por señales de vídeo.
Otra de sus ventajas es su ´ligereza´, ya que tan solo envía a la nube cinco kilobytes de datos por cada kilómetro que recorre, casi la mitad que una tecnología con este fin que utilizase las señales de vídeo. La fecha prevista para que este sistema comience a usarse en automóviles a la venta es el año 2020. Por su parte, el Dr. Dirk Hoheisel, CEO de Bosch, ha declarado que «el Radar Road Signature constituye todo un hito en el camino hacia la conducción automatizada. Este sistema permitirá que los vehículos autónomos determinen de manera exacta su ubicación en cualquier momento».