Precisamente la protección del motor ha sido uno de los aspectos más trabajados a la hora de poner a punto estos nuevos combustibles -gasolina sin plomo 98 y diésel-. Como bien es sabido, el uso frecuente de carburantes provoca la aparición de depósitos en el motor, sobre todo en la válvula de entrada y en el sistema de admisión para los inyectores de gasolina y gasóleo. Esto produce una reducción de la respuesta del motor y un aumento de las emisiones de gases contaminantes. Sin embargo, los nuevos BP Ultimate garantizan un poder de limpieza cinco veces mayor que un combustible tradicional; en resumen, elimina el 98% de los depósitos en las válvulas de entradas -en el caso de los gasolina- y limpia los inyectores para recuperar el 99% de la potencia original en los diésel.
Más eficiente
Al margen de combatir el desgaste y la formación de depósitos, estos carburantes consiguen ampliar la autonomía gracias a una mejor combustión, una limpieza del motor más eficaz, una fricción reducida entre los aros del pistón y las paredes del cilindros -en los gasolina- y un nuevo componente antiespuma que permite repostar combustible más limpiamente -en los diésel-.
Además, según los estudios realizados por la compañía, para un coche de gasolina equipado con un depósito de 55 litros y un consumo medio de 6,8 l/100 km, el nuevo BP Ultimate logrará que recorra 39 kilómetros más por depósito. En el caso del diésel, un coche medio que tenga una capacidad de 55 litros y consuma 4,9 litros, con un mismo depósito podrá recorrer 42,2 kilómetros más.
Sustituyen a los anteriores BP Ultimate, al mismo precio que éstos.
