Esto es la F1 del año 2011, y además con lluvia. En ella treinta vueltas te bastan para pasar de rodar 21º a proclamarte vencedor. Basta con ser el más acertado en la elección de cuándo entrar a boxes, qué neumáticos poner, dónde adelantar… Todas esas decisiones en las que Jenson Button brilla como nadie. Y eso que la suya no ha sido una carrera limpia: Tan es así que la FIA todavía podría despojarle de su victoria si estima que causó la colisión que eliminó a Fernando Alonso. No debería extrañarnos si ese es el desenlace final.
Al fin y al cabo, si Jenson se salió largo fue porque frenó demasiado tarde en aras de conservar la posición. En aquel momento, Alonso ya le tenía ganado el exterior. Pero también sus compañeros Pedro de la Rosa y Lewis Hamilton han tenido rifirrafes en pista con Button. Tal vez los dos pilotos titulares de McLaren se encuentren en la sala de espera para ver a los comisarios, ya que en los primeros compases ha sido Lewis el optimista que ha intentado buscar un hueco donde se erigía el muro de boxes. Pero Button ha sobrevivido a todo. Ahora solo falta que sobreviva a la penalización.
En cuanto a Alonso, la salida bajo el Safety Car le ha privado de la oportunidad de ponerse por delante de Vettel desde la primera vuelta. Eso no ha sido impedimento para que lanzara un buen ataque nada más marcharse el coche de seguridad, pero a partir de ahí, el alemán se le escapó. Poco antes de que arrecieara la gran tromba de agua, Ferrari decidió hacer algo distinto montando intermendios. Tal y como explicó Alonso más tarde, puede que la tormenta ya se viera venir, pero en tal caso el Safety Car volvería a salir y neutralizaría la ventaja de aquellos que tardaran más en parar a la espera de tener más claro qué iba a pasar con el tiempo.
Pero la bandera roja nunca podía estar fuera de los pronósticos. Y las condiciones empeoraron tanto que la carrera se detuvo. Una sugerencia para la realización la próxima vez que la suspensión de una carrera dure 2 horas y 2 minutos: En vez de una sucesión de planos de Rihanna o de la fauna aviar que habita el Circuit Gilles Villeneuve, más o menos daría tiempo a reproducir grandes preimos clásicos como Europa 2007 o Hungría 2006. Lo inaceptable es tener a verlas venir a decenas de miles de espectadores en el circuito y decenas de millones desde el salón de sus casas. La Fórmula 1 debe hacer algo por agilizar este tipo de procedimientos, porque de lo contrario quedará muy mal frente a todos sus públicos. Imaginemos sin ir más lejos la faena a la programación de las televisiones.
El regreso de Pedro de la Rosa fue muy bien hasta que todo se volvió a poner en marcha. Los Sauber fueron grandes beneficiados de la bandera roja, ya que les permitió cambiar neumáticos sin perder el tiempo de entrar a boxes. Cuando la carrera se reinició, vinieron el toque con Button y los problemas de cambio. Hasta ese momento, los puntos eran posibles. En cuanto a Jaime Alguersuari, supo aprovechar el caos saliendo desde el pit lane, y al final ha conseguido la octava posición, el mejor resultado de su corta carrera en Fórmula 1.
Pero de cara a Valencia, nuestro segundo Gran Premio en casa, quedémonos con el rendimiento en Montreal del Ferrari 150º Italia y esperemos que de una vez la suerte vaya de cara para Alonso.
