La producción de vehículos en España volvió a registrar un fuerte descenso en mayo, con una caída del 11,7 % interanual, hasta las 220.407 unidades, afectada tanto por la lenta evolución de los principales mercados europeos como por la adaptación de las plantas a los nuevos modelos electrificados.
Según los datos publicados por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la fabricación acumula en los cinco primeros meses del año un retroceso del 9,7 % respecto a 2024. En total, se han ensamblado 1.004.830 vehículos, lo que supone 108.416 unidades menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Por tipología, la caída más acusada se produjo en los turismos, con un desplome del 14,5 % en mayo, hasta 178.360 unidades. En cambio, la producción de vehículos comerciales e industriales se mantuvo en terreno positivo, con un alza del 2,7 % y 42.047 unidades fabricadas.

Caída de las exportaciones
En cuanto a la propulsión, los vehículos alternativos (gas natural, GLP, híbridos y eléctricos) continúan ganando protagonismo: sumaron en mayo 82.887 unidades, un 21,9 % más que el año pasado, representando ya el 37,6 % de toda la producción nacional. Los híbridos convencionales crecieron un 26,5 % hasta las 58.017 unidades, mientras que los vehículos electrificados (eléctricos puros y enchufables) alcanzaron 21.164 unidades, un 6 % más, suponiendo el 9,6 % del total.
No obstante, la consolidación de estos modelos todavía no compensa la debilidad general del mercado. En mayo, la exportación —principal destino de los vehículos fabricados en España— retrocedió un 17 % respecto al año anterior, con 185.354 unidades enviadas al exterior. En el acumulado anual, la caída es del 13,8 %, con 849.057 unidades exportadas.
Los principales destinos siguen siendo los países europeos, que concentran el 94,5 % de la exportación: Alemania (18,8 %), Francia (17 %), Reino Unido (12,7 %), Turquía (10,8 %) e Italia (10 %).
Riesgo de quedarse atrás en la carrera del coche eléctrico
El director general de Anfac, José López-Tafall, advirtió que la baja integración de los modelos electrificados en los mercados europeos está frenando la transformación de la industria española.
«Necesitamos medidas que consoliden un mercado electrificado fuerte y políticas que mantengan nuestra competitividad. De lo contrario, corremos el riesgo de quedarnos atrás frente a competidores fuera de Europa», alertó López-Tafall.