Con esta transmisión, el motor 2.8 gasolina de 325 CV se comporta de manera muy similar a como lo hace con la manual, aunque pierde un poco de prestaciones, sobre todo en aceleración. El 0 a 100 km/h se penaliza con tres décimas -pasa de 6,0 a 6,3 segundos-, mientras que el consumo se mantiene casi sin cambios: sube de 10,6 a 10,7 litros cada 100 km. Ni que decir tiene que este cambio funciona en conjunción con el sistema FlexRide, que ofrece la posibilidad de modificar el comportamiento de la dirección, el acelerador o las suspensiones para pasar del modo -normal- al Sport. A pesar de la novedad, habría sido mucho más interesante la llegada de una caja automática de doble embrague, ya disponible en algunos de sus rivales y que habría mejorado bastante la respuesta.
De momento sólo tenemos precios para Alemania, donde partirá de los 48.665 euros del cuatro puertas. El cinco puertas subirá a 49.055 euros y el familiar o Sports Tourer, a 50.140 euros.
