Durante nuestro recorrido por el Parque Natural de Os Ancares, tuvimos numerosas posibilidades de toparnos accidentalmente con un peregrino perdido, un oso pardo, un lobo o incluso un urogallo. Así son Los Ancares: tierra de profundos valles, sendas milenarias y reservas naturales donde las especies más singulares comparten ruta con el peregrino.
En nuestro periplo, coronamos el puerto de Ancares y, desde la cumbre, descendimos hacia un paisaje virgen. Los bosques de Los Ancares se conservan puros, sin que apenas se aprecie la intervención del hombre en ellos.
Las pallozas de Piornedo
El primer punto de inflexión fue Piornedo, un pueblo que conserva la tradición prerromana de construcción de pallozas de piedra y paja. Desde aquí, es posible deambular con nuestro 4×4 por múltiples pistas que dirigen a escalar otros puertos, que invitan a perder la vista en nuevos valles y, tras cada cota, descubrir que Los Ancares no tienen fin para la mirada del viajero.
El itinerario de nuestra ruta estuvo marcado por las singulares construcciones de pallozas, cuya evolución arquitectónica pudimos conocer a nuestro paso por Piornedo, San Román de Cervantes y la mítica población de El Cebrero, portal de entrada del Camino de Santiago en Los Ancares y en Galicia. Pero antes, es recomendable visitar tanto el refugio de montaña como el Centro de Interpretación del Parque Natural, próximos a la población de Tres Obispos.
REFUGIO DE OS ANCARES
Si lo que buscamos es montaña en estado puro, sin duda el punto importante de la ruta es el Albergue de Montaña Club Ancares (www.albergueancares.com). Está situado en un lugar auténticamente privilegiado y desde él se puede acceder a las principales rutas de la zona. Es, sin duda, enclave para montañeros experimentados y no para amigos de una aventura de fin de semana. En este refugio de montaña, podremos dormir por un precio muy reducido, así como comer o cenar con precios en torno a los 10 euros por persona. Teléfonos: 982 181 113 / 608 865 691. Además, en sus inmediaciones hay una amplia zona de aparcamiento donde se puede dejar el vehículo perfectamente vigilado. El Centro de Interpretación del Parque Natural de Os Ancares y la conocida como Aula de Naturaleza dos Ancares (http://cort.as/GgPR) son muy recomendables.
El comienzo no pudo ser más espectacular: los 1.669 metros del mirador de la Balouta en el Puerto de Ancares son todo un regalo para los ojos, una panorámica que retendrá al viajero algo más que minutos. A un lado, se avista todo el valle en armonioso descenso con las aguas del río Ancares, que se pierde hasta la infinidad de las tierras leonesas; y, por el otro lado, la inmensidad de Los Ancares en su plenitud: valles, montañas, ríos y bosques que abarcan una extensión gigantesca que no dejará impasible a quien no conozca estas tierras.
Son pocas las poblaciones que se encuentran a lo largo del camino, pues se trata de una tierra de bosques poco habitados y, por lo tanto, poco trasformados por la mano del hombre. Es necesario recorrer varios kilómetros de descenso por una laberíntica carretera para llegar a la primera población, anclada en el remanso de un valle regado por un riachuelo escandaloso.
Suárbol nos recibió sosegada, sin ningún tipo de estrés. El «buenos días» con el que saludamos suena distinto entre sus sigilosas calles de piedra y sus montones de heno.
Al echar un ojo más pausado al entorno y a pesar del encalado conjunto de casas, es posible comprender por qué habita aquí el oso pardo, el lobo o el urogallo. Si alguno de nosotros tuviéramos que reencarnarnos en alguno de estos singulares pobladores, sin duda elegiríamos cualquiera de estos valles para prosperar y vivir.
PIORNEDO
Esta pequeña población prerrománica es un buen campo base de operaciones. Para ello, una alternativa acertada de alojamiento es su pequeño hotel: http://hotelpiornedo.com. Situado en un enclave privilegiado, permite organizar la práctica del 4×4 por sus pistas, el turismo cultural y paisajístico en la visita de Vilarello de Donís, Piornedo, Suárbol o Balouta o disfrutar de cumbres como el Cuíña (1.987 m), Mustallar (1.924 m) y Penalonga (1.890 m). Muchas de ellas suponen retos de ascensión importantes para los más montañeros. Además, también es posible recorrer crestas y después ser recogidos en 4×4 por algún «taxista» voluntario local. Piornedo fue declarado Reserva de la Biosfera en 2006, es Paraje Pintoresco desde 1971 y Reserva Nacional de Caza desde 1966. Además, se trata de un espacio incluido en la Red Natura 2000 que está declarado LIC (Lugar de Importancia Comunitaria), ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) y Zona de Protección del oso pardo.
El camino nos sacó de Suárbol para acercarnos hasta la población de Piornedo. Esta aldea prerromana es capital turística de Los Ancares. Está declarada Conjunto Histórico Artístico y todavía conserva su aspecto original; un concepto urbanístico medieval de empinadas callejuelas, robustos hórreos de gruesa madera y las famosas pallozas, hoy convertidas en pequeños museos etnográficos.
De todos ellos, llamó especialmente nuestra atención el entrelazado techo de paja de centeno que permite guarecerse de la lluvia y de la nieve, al tiempo que deja salir el humo del hogar. Sus formas son muy distintas: ovaladas, circulares o elípticas adaptadas al desnivel del terreno. Sus paredes de mampostería las hace robustas y es llamativo cómo aprovechan el desnivel del terreno para la evacuación de las aguas residuales del ganado que compartía morada con sus pobladores.
Otra peculiaridad es la perfecta orientación solar para iluminar y calentar su interior en los duros inviernos nevados de estas cotas, todo en un interior compartido por animales y personas habilitado como almacén de grano y alimentos para el duro invierno.
Piornedo se convirtió en nuestra base de operaciones para conocer los bosques próximos. Su pequeño hotel con una chimenea abierta a un gran ventanal actúa de trampa para el viajero perezoso, que podrá dejarse seducir durante horas y relajar el espíritu mientras admira las vistas a lo largo de vertientes, crestas y valles desde este improvisado pero confortable mirador.
PIEDRAFITA DEL CEBRERO
Es el encuentro natural entre Los Ancares y el Camino de Santiago. Esta singular población prerromana es punto de referencia indiscutible del Camino de Santiago y puerta de entrada a Galicia. Si lo que queremos es hacer alguno de los tramos del Camino, puede ser nuestro punto de partida. En su página web hay una extensa información sobre albergues, hoteles, alojamientos de turismo rural€ y también opciones para disfrutar de la gastronomía, servicio de taxis para el remolcado de mochilas o asistencia sanitaria. Además, tiene un importante mercado en el que es posible abastecerse de botas, bastones, mochilas, comida o incluso hacer la colada en la lavandería local
(www.concellodepedrafitadocebreiro.es). Y si solo se está interesado en hacer una visita turística, el elemento singular son sus pallozas de construcción prerrománica.
Nos echamos al monte
Después de consultar nuestro cartográfico y charlar un rato con Ramón, el dueño del hotel, nos echamos al monte en busca de más paisajes. En la próxima población de Moreira construimos un pequeño bucle 4×4 que vuelve a Piornedo y que dejamos reflejado en nuestro rutómetro. Además de esta, son numerosas las propuestas interesantes que podrá encontrar el viajero en este entorno privilegiado. Siempre, eso sí, que vayamos cerrando todas la cancelas que nos encontremos durante nuestros recorridos, para evitar que el ganado salga de los pastos.
Hacer noche en Piornedo es como encontrarse el silencio. Significa tener la certeza de que estaremos bien atendidos y de que la gastronomía gallega hará que nuestro aliento se sienta fuerte pese al inminente y frío invierno. A la mañana siguiente, después de un fuerte desayuno de pan de hogaza acompañado con miel recolectada y mermelada, decidimos salir a buscar nuevos escenarios.
Datos útiles
DISTANCIA
El recorrido marcado apenas llega a los 100 kilómetros, pero fueron de una gran intensidad. Tuvimos que echar pie a tierra constantemente y caminar, dado que a pesar de contar con nuestro S-Cross, no siempre pudimos llegar sin abrir alguna cancela o evaluar correctamente el estado de la pista o la dificultad que debíamos sortear.
DIFICULTAD
Cualquier vehículo con tracción a las cuatro ruedas está capacitado para hacer esta ruta. Habrá que tener especial cuidado en la zona de piedras para no buscarse problemas con los neumáticos, ya que si requerimos encontrar asistencia, esto puede hacer que perdamos el día completo en espera de auxilio.
DURACIÓN
La ruta descrita en el road book nos llevará un fin de semana completo. Si queremos incluir excursiones 4×4 o rutas a pie por la montaña, lo ideal será buscar un puente para poder aprovechar plenamente todas las posibilidades que se nos ofrecen, como pernoctar en las tres poblaciones mencionadas y disfrutar del Camino de Santiago y de la naturaleza en estado puro.
FECHA
Septiembre de 2014.
CLIMATOLOGÍA
Debemos pensar en las cotas de altitud que vamos a visitar y la época del año en que lo haremos para llevar tanto la ropa como el calzado adecuados. Rodamos prácticamente todo el tiempo en zona de alta montaña, y la cota de altitud más baja fue la de Piedrafita (1.000 m), así que es posible que se den cambios de tiempo dramáticos propios de la alta montaña.
CARTOGRAFÍA
I.G.N. 1:50.000 Hojas 99, 100, 125 y 126. .
El tránsito fue todo un gozo. Nada más salir de Piornedo, el bosque que circundaba la vía de asfalto nos resultó de lo más espectacular. Viejos árboles imposibles de abrazar nos hablaron de un bosque que ha estado allí desde siempre, y fuentes cantarinas de aguas filtradas bañaron nuestro aliento en cada parada. Cada alto en el camino nos permitió ahondar en los detalles que la vista no es capaz de asimilar en el trascurso de la marcha. Tras un rato de ruta, llegamos al desvío de Tres Obispos, y, desde aquí, al refugio de montaña de Los Ancares y al Centro de Interpretación del Parque Natural.
En esta ocasión, nos invadió la decepción, ya que ambos centros estaban cerrados. Los recortes presupuestarios han dejado los dos edificios a medio gas; solo en temporada alta de montaña ofrecen al viajero acomodo e información. Desde aquí, es posible hacer un recorrido a pie por la montaña si contamos con el calzado adecuado y tenemos los pulmones acostumbrados a caminar por encima de los 1.500 metros de altitud. Si no es el caso, lo mejor es volver a nuestro 4×4 y seguir el recorrido.
Nuevo Suzuki S-Cross
El Suzuki S-Cross ha demostrado su buen hacer en esta ruta. Su parco motor diésel de 120 CV permite un uso intenso de sus capacidades 4×4 sin cargar los consumos gracias a su sistema All-Grip 4WD. Así, permite una autonomía suficiente para poder visitar Los Ancares. Este Suzuki es un coche agradable de conducir, con fuerza suficiente para circular con agilidad en todo tipo de carreteras, incluso si viajamos con carga, y con un consumo de combustible particularmente bajo, incluso si no se es cuidadoso con el acelerador. Pero lo que más nos ha gustado ha sido el sistema de navegación Garmin (de serie en los niveles de equipamiento más altos GLX y GLX-EL), que tiene un funcionamiento muy satisfactorio. Su pantalla táctil de 6,1 pulgadas reacciona con rapidez, es sencillo de utilizar y nos hace posicionarnos en el lugar elegido sin tener que apartar la mirada de la carretera gracias a su gran pantalla. Un coche pensado para el disfrute del día a día y las salidas de aventura off-road.
SUZUKI S-CROSS 1.6 DDIS 4X4 |
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MOTOR |
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Tipo |
Otto, 4 cilindros en línea |
Distrib./cilindrada |
16 válvulas / 1.598 cm3 |
Alimentación |
Inyección indirecta |
Potencia máxima |
120 CV a 3.750 r.p.m. |
Par máximo |
320 Nm a 1.750 r.p.m. |
TRANSMISIÓN |
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Tracción |
Delantera permanente, acoplamiento trasero progresivo |
SUSPENSIÓN |
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Delantera |
Independiente |
Trasera |
Independiente |
DIRECCIÓN |
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Tipo |
Cremallera, servoasistida |
FRENOS |
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Delante/detrás |
Discos vent./discos |
Neumáticos |
205/50-17 |
CARROCERÍA |
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Largo/ancho/alto |
4.300/1.765/1.575 mm |
Batalla y vías |
2.600/1.535 (d)/1.505 (t) |
Peso |
1.380 kg |
PRESTACIONES |
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Velocid. máx./aceler. |
175 km/h / 13,0 seg. |
Consumo medio |
4,6 l/100 km |
Más paisaje, más valles, más prados, más riachuelos cantarines€
Es inabarcable la belleza que nos rodea y, cuando la contemplanos, nos recuerda a la sensación de Phil, el protagonista de la película El día de la marmota, que vive una y otra vez el mismo día.
Nuestra siguiente parada fue la capital de la zona: San Román de Cervantes. El topónimo de Cervantes está ligado a la raíz «cer» (tierra) de ciervos, que evoca la tradición prehistórica del culto a este animal. Durante su etapa medieval, Cervantes fue un bastión importante, y hoy conserva casas solariegas que hablan de su importancia. El municipio ha recuperado algunas pallozas para convertirlas en centro de interpretación de esta singular arquitectura gallega.
Fauna y flora
La fauna y la flora en Los Ancares es profusa y variada. El suelo es de pizarra y granitos, lo que proporciona un grado de acidez que origina una flora específica: brezales que cubren gran parte de las laderas y también son muy comunes los castaños. Pero la especie más espectacular son los robles centenarios imposibles de abrazar. Además, el acebo que puebla estas tierras es una importante fuente de alimento del urogallo, especie emblemática en este Parque Natural que forma parte de la Red Natura 2000. En cuanto a la fauna, proliferan los jabalíes, corzos y ciervos. También están presentes los cernícalos, buitres, zorros y los tejones. En esta zona, encontraremos la Reserva Nacional de Caza de Os Ancares, ubicada en el municipio de Cervantes. También cabe subrayar la existencia de osos pardos, un hito de recuperación para estas tierras. .
Al dejar atrás esta interesante población, nos acercamos a otra de las particularidades de Los Ancares en la que también se escribieron capítulos importantes de la Historia. En el siglo XIX, las tropas napoleónicas invadieron Galicia por el Camino Real de Castilla, aunque los «ejércitos de paisanos» les produjeron muchas bajas al amparo de la orografía.
Pero no es esta invitación a dar un paseo por la Historia la que nos motivó a visitar la siguiente población. Continuando con la tradición arquitectónica de las pallozas y las rutas históricas de tránsito por Los Ancares, encontramos que el Camino de Santiago tiene en estas tierras importantes y duras etapas que harán que la fe del peregrino se vea comprometida al llegar a ellas, no por los osos pardos, pues son esquivos, sino por la altitud del terreno y el desnivel que hay que salvar. Así, nos desplazamos hasta la siguiente población: Piedrafita del Cebrero. Este singular poblado de pallozas y casas de piedra es uno de los hitos del Camino de Santiago por su singularidad. Aquí el flujo de peregrinos a pie o en bicicleta es constante, y en sus rostros es posible ver reflejada la dureza del camino recorrido hasta alcanzar esta población.
Los refugios y albergues para peregrinos están a pie de calle, así como los comercios de recuerdos que tanto suelen gustar a los viajeros curiosos, atraídos por la magia especial de la mezcla entre lo pagano y lo mítico que se respira en este lugar.
Durante nuestra estancia, tuvimos la suerte de disfrutar de unos de los eventos más populares de Galicia: las romerías. En concreto, coincidimos con la festividad religiosa que se celebra en honor a Santa María y al santo Miragre. Se trata de una fiesta muy concurrida a la que acuden en romería cientos de fieles para conmemorar el milagro de la conversión del vino eucarístico en sangre ocurrido en el siglo XIV. Y, claro está, aprovechamos para disfrutar del rey de la celebración: el pulpo a feira.
Consejos
Para la ruta
Es importante planear bien qué vamos a hacer. Si queremos hacer tramos del Camino de Santiago, hay que portar ropa cómoda, calzado ligero para caminar e ir preparados para la lluvia. Si queremos hacer montaña, tendremos que ir bien pertrechados, ya que las cotas no bajan de los 1.500 metros. Si solo queremos hacer rutas 4×4, con llevar ropa de abrigo para las pateadas improvisadas será suficiente. Pero insistimos, siempre hay que contar con que en la zona podrá llover.
Para el rutero
Ropa de abrigo, agua u otras bebidas, comida y protección para la lluvia. Son muchos los puntos donde podremos echar la manta al suelo y disfrutar de un pequeño refrigerio. La oferta gastronómica es suficiente, pero el paisaje invita a disfrutar de él. Todos los locales que encontremos para comer están pensados para menús copiosos y calóricos para soportar las temperaturas de la zona y porque suelen ser montañeros y peregrinos los que más los demandan.