Carlos Sainz y Lucas Cruz afrontan un nuevo Dakar con la mirada puesta en la victoria. La dupla española, reconocida por su trayectoria en el automovilismo, presentó su ambicioso proyecto junto a Ford, marcando el inicio de una etapa emocionante en su carrera deportiva. Durante la presentación, Sainz, con 62 años, demostró una vez más que la pasión por las carreras sigue intacta, mientras que Cruz resaltó la importancia del trabajo en equipo y la adaptación a un coche completamente nuevo.
El regreso a Ford y la historia compartida
Carlos Sainz rememoró su época inicial como piloto oficial de Ford en los años 80, cuando trabajó bajo la dirección de Malcolm Wilson. “Es increíble volver a Ford casi 40 años después de mi debut en el Mundial”, comentó Carlos Sainz. Durante su carrera con la marca, el piloto madrileño acumuló grandes logros, como victorias con el Escort y el Sierra Cosworth, consolidándose como uno de los referentes del rally mundial. Este reencuentro con Ford no sólo revive viejos recuerdos, sino que también representa un desafío ilusionante: desarrollar un coche competitivo desde cero para el Dakar.
Un coche tecnológicamente avanzado
El proyecto actual se centra en un coche equipado con un motor V8 atmosférico de 5.2 litros, una elección única en esta edición del Dakar. Carlos Sainz destacó el trabajo conjunto con la marca de suspensiones Fox, que colaboró estrechamente con Ford para optimizar el comportamiento del vehículo. “Hemos conseguido más confort y mejor rendimiento en terrenos rotos”, explicó el piloto. Además, el coche incorpora el nuevo sistema de medición de potencia “Torque Meter”, que garantiza igualdad entre los equipos al limitar la curva de potencia.
Lucas Cruz también aportó su perspectiva sobre las mejoras tecnológicas: “La suspensión y el asiento ofrecen una mayor comodidad, lo que es clave en una carrera tan exigente como el Dakar. Ahora podemos mantenernos efectivos sin sacrificar confort”. Esta evolución también incluye un cambio manual, un reto adicional para el equipo tras varios años compitiendo con vehículos automáticos.
Preparación y expectativas para el Dakar
La preparación de este nuevo coche comenzó en mayo y tuvo su primer test real en el Rally de Marruecos, donde lograron una victoria de etapa y buenos resultados generales pese a algunos problemas técnicos. Sainz se mostró satisfecho con la estrategia seguida: “Si tuviera que volver atrás, no cambiaría nada. Hemos hecho los deberes”. Sin embargo, también reconoció los desafíos que implica debutar en el Dakar con un coche nuevo: “Es una carrera impredecible, pero confiamos en el trabajo realizado”.
Por su parte, Cruz enfatizó la importancia de la cohesión del equipo y de una estrategia bien definida. “La primera semana será crucial, con etapas durísimas como la maratón. La posición de salida y la colaboración entre los miembros del equipo serán determinantes”, afirmó. Además, resaltó cómo las condiciones del terreno y la navegación exigirán el máximo del equipo.
La pasión como motor de continuidad
Sainz reconoció que mantenerse competitivo a su edad requiere un esfuerzo físico y mental considerable, pero subrayó que su pasión por las carreras sigue siendo el principal motor que lo impulsa. “Cada año entreno más para estar al nivel. El cronómetro no entiende de edades, sólo de resultados”, comentó. También destacó la importancia de contar con un coche bien desarrollado: “Cuanto más cómodo y competitivo sea el vehículo, mejor podremos rendir”.
La relación entre Sainz y Cruz también juega un papel clave en su éxito. “Nos conocemos tanto que no hace falta ni hablar para saber lo que el otro necesita”, aseguró Cruz. Este entendimiento mutuo, sumado a su experiencia y dedicación, los convierte en una de las parejas más sólidas y respetadas del Dakar.
Un reto para romper estadísticas
El Dakar 2025 se perfila como una de las ediciones más competidas de los últimos años, con más igualdad entre equipos y marcas. A pesar de ello, Carlos Sainz y Lucas Cruz confían en su proyecto y en su capacidad para desafiar las estadísticas. “Debutar y ganar con un coche nuevo sería algo histórico, y estamos aquí para intentarlo”, concluyó Sainz.
Con este espíritu y una preparación minuciosa, Carlos Sainz y Lucas Cruz están listos para afrontar un nuevo desafío en el Dakar, demostrando que la pasión y la experiencia son ingredientes esenciales para alcanzar el éxito.
