
Este anuncio se ha realizado coincidiendo con la visita del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a la planta de Detroit-Hamtramck, donde se fabrica el Volt; una visita con un gran valor simbólico a la factoría de donde saldrá el modelo que debe sentar las bases de la nueva compañía, salvada, en gran medida, gracias a los millones de dólares inyectados desde el gobierno norteamericano.
Más de 700 millones de inversión
General Motors ha invertido un total de 336 millones de dólares en esta fábrica para preparar la llegada del Volt, mientras que otras ocho instalaciones han recibido una cantidad similar para sustentar la producción de este modelo, sobre todo en el montaje de baterías y en operaciones de troquelado y motores. Junto a General Motors, el proveedor de celdas para baterías LG puso en marcha una planta de 60.000 m2 con una inversión de 300 millones de dólares en Holland (Míchigan).
Estas buenas perspectivas animarán a la marca a lanzarse de lleno en Europa, donde el Opel Ampera espera a la sombra para saltar a la palestra cuando llegue su turno.