
En lo referente a aportaciones, la marca americana se nutrirá de los nuevos motores Multijet de Fiat, que mejorarán la aceptación de sus modelos gracias a la reducción del consumo de combustible. Exactamente igual ocurrirá con la tecnología para la utilización de GLP (gas licuado de petróleo). El grupo Fiat, por su parte, ganará todos los conocimientos de Chrysler en sistemas híbridos y eléctricos.
Sólo tres marcas globales
Con estos cambios, el nuevo gigante automovilístico tendrá sólo tres marcas a nivel global: Alfa Romeo, Fiat y Jeep, mientras que Lancia y Chrysler se repartirán los mercados europeos y norteamericanos para sacar mayor partido a sus sinergias. Al mismo tiempo, este plan de reestructuración prevé también la desaparición de los actuales Dodge Avenger, Caliber y Nitro y la venta del Dodge Journey como Fiat Journey. En cuanto a Jeep, el Commander se dejará de vender en 2011 y, en 2012, los Jeep Compass y Patriot se unirán en un nuevo y único modelo.
La red de concesionarios también se une
Esta unión también supondrá una importante remodelación del entramado comercial. Lancia y Jeep compartirán los mismos concesionarios, mientras que Fiat y Alfa Romeo continuarán su carrera en solitario. Precisamente la conjunción de esta red de venta es uno de los aspectos más espinosos del proceso, ya que no habrá mercado para todos. Esto supone la supresión de concesionarios y la pérdida de control por parte de los mayores distribuidores de cada marca.
Por el contrario, la red de distribución de recambios presenta mucho menos inconvenientes, hasta el punto que el próximo mes de enero ya comenzará a trabajar de manera conjunta.
Estos cambios irán dando sus frutos a lo largo de los próximos años, como esperan los responsables de la nueva compañía. Este año, el grupo Fiat-Chrysler venderá un total de 3,9 millones de vehículos en todo el mundo, con una estimación de 6 millones en el año 2014.