Chrysler Voyager 2.8 CRD SE Aut.

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Para intentar mantener esa posición -de privilegio-, la gama 2004 incluye, como principal novedad, una nueva motorización 2.8 CRD de 150 CV que se suma a la que ahora se vende, la 2.5 CRD de 140 CV. La principal diferencia entre ambas, además de su distinta potencia, es que la variante 2.8 sólo se ofrece con cambio automático de cuatro velocidades, una transmisión que merma notablemente las prestaciones, pues resultan inferiores que las de la versión 2.5 con caja manual.
Por otra parte, toda la gama de este monovolumen recibe algunas modificaciones estéticas, principalmente en el frontal -parrilla, faros y paragolpes- y en el diseño de las llantas; en el apartado de seguridad, ahora incluye de serie airbags de cortina para las tres filas de asientos y, como primicia en su categoría, airbag de rodilla para el conductor.

Por dentro y por fuera

La gran anchura exterior de la carrocería del Voyager le permite ofrecer uno de los habitáculos más amplios de su categoría. Asimismo, el acceso es muy sencillo gracias al generoso tamaño de las puertas; las traseras son correderas, y disponen de apertura eléctrica, si optamos por los costosos acabados LX y Limited. Poca modularidad. A diferencia de la mayoría de sus rivales, el Voyager cuenta con dos asientos en la segunda fila individuales y desmontables -lo normal es que sean tres-. Por contra, la tercera fila -de serie- esta formada por una banqueta corrida con espacio para tres ocupantes, y con la posibilidad de ser desmontada; eso sí, su peso es elevado y ocupa mucho espacio. Otro aspecto criticable del Voyager es que no existe la posibilidad de abrir las ventanillas traseras, que son totalmente fijas; las de la tercera fila tienen apertura en compás. Calidad notable. A pesar de su veteranía, el salpicadero del Voyager mantiene un aspecto atractivo y actual. La calidad percibida, sin llegar al nivel de sus rivales alemanes, es buena, mientras que el ajuste de los materiales no admite ningún reproche. Maletero justo. Con la configuración de siete asientos, el maletero cubica 428 litros, una capacidad bastante discreta para el equipaje de los siete posibles pasajeros.

Cómo va

Las virtudes del Voyager 2.8 CRD hay que buscarlas en autopista y autovía. Máximo confort. La suavidad de la suspensión repercute en un gran confort de marcha, mientras que la generosa batalla y anchura de vías beneficia la estabilidad. En silencio. El nivel sonoro es contenido, favorecido por los largos desarrollos del cambio; por contra, esto último, unido al impreciso manejo del selector del cambio, le hace ser un vehículo -torpe- en carreteras de montaña; además, el ESP sigue sin estar disponible. Los frenos son efectivos, teniendo en cuenta el elevado peso del coche.

Veredicto

Interesante para quien valore la comodidad del cambio automático; si no, mejor el 2.5 CRD.

Por qué comprarlo: Permite realizar largos desplazamientos con un elevado confort y un consumo razonable.

Por qué no comprarlo: La situación de la palanca de cambio, junto al volante, no es la idónea para su manejo.

Ficha técnica y gama

MARCA MODELO
Motor	Turbodiesel, 4 cil. en línea	Neumáticos	215/65 R16
Cilindrada	2.776 cc	Nº puertas	5
Potencia	150 CV a 4.000 rpm	Depósito	75 litros
Par	360 Nm de 1.800 a 2.600 rpm	Tamaño	480 x 199 x 174 cm
Velocidad máx.	182 km/h	Combustible	Diesel
0 – 100 km/h	n.d	Peso	n.d
Tracción	Delantera	Maletero	428 litros
Cambio	Automática, cuatro velocidades	Euro NCAP	–
Consumo	8,4 l/100 km	CO2	–
De serie	ABS+EBD, airbags frontales, laterales, de cortina y de rodilla para el conductor, aire acondicionado, cierre centralizado con mando a distancia, dirección asistida, elevalunas y retrovisores eléctricos, equipo de audio, retrovisores eléctricos, cierre centralizado, llantas de aleación.	Opciones	Pintura metalizada (331-).

LA GAMA
2.4 16V	150 CV	27.950-
3.3 V6 Aut.	180 CV	36.714-
2.5 CRD	140 CV	30.425-
2.8 CRD Aut.	150 CV	*35.000-

Lo que otros no te cuentan

¿No te caben las maletas? Para quien precise más espacio interior, Chrysler ofrece este motor con una versión de carrocería alargada denominada Grand Voyager. Mide 5,09 metros de largo frente a 4,8 m del modelo corto y también tiene una distancia entre ejes superior -3,03 m por 2,88 del Voyager corto-. Esto se traduce en mayor espacio para los pasajeros de las filas posteriores, mientras que el volumen mínimo de maletero aumenta hasta los 570 litros -428 en el corto-.

Habrá que esperar… mucho tiempo. Durante la última edición del Salón de Detroit -enero de 2004-, Chrysler presentó un innovador sistema denominado Stow-n Go, mediante el cual se consigue una superficie de carga totalmente plana sin necesidad de desmontar los asientos. ¿Cómo se logra? Escamoteando las butacas de la segunda y tercera fila bajo el piso, operación que puede realizar una sola persona. Este sistema, que estará disponible en EEUU en 2005 para el Grand VOyager, no llegará a España… hasta 2006.