Cinco razones por las que el Plan PIVE podría no funcionar

Aunque las patronales del sector de la automoción se muestren satisfechas, muchos expertos opinan que no está bastando: A pesar del mayor tráfico de personas interesadas registrado en los concesionarios, las ventas siguen sin mejorar sustancialmente. Éstas son las cinco razones que aportan para exlicarlo.


El primer motivo expuesto por Ignacio García Rojí, analista del portal Autocasion.com, es que el Plan PIVE no aborda el problema real del sector: La falta de crédito. Un hecho aún más importante si se tiene en cuenta que la mayoría de las ofertas de coches exigen que se financie la compra a través de la propia financiera de la marca con lo que, por una parte, la adquisición queda supeditada a la autorización del crédito y, por otra, quien prefiera pagarlo al contado queda excluido de las promociones.

La segunda razón por la que el Plan PIVE no estaría dando los resultados deseados es el gran número de vehículos que excluye para poder ser entregados para achatarrar: El PIVE pide nada menos que doce años de antigüedad, cuando lo habitual en estos programas de incentivos es que baste con que la edad del vehículo sea de diez años, y los expertos recomiendan que baste con ocho.

En tercer lugar, la fórmula de etiquetado energético del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) deja fuera del Plan PIVE a muchas versiones de un urbano eficiente como el Fiat 500 o un superventas como el Nissan Qashqai, así como a toda la gama Smart.

Además, el Plan PIVE esconde un pequeño «truco»: Aunque técnicamente la cantidad aportada por el Estado sea de 1.000 euros, en la práctica se queda en unos 750 €, pues esta subvención tributará en el IRPF del año que viene. Y, por último, hay que tener en cuenta que, por muchos estímulos a la compra que se ofrezcan, la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE refleja que las familias españolas han reducido un 51,9 % de media el presupuesto destinado a la compra de automóviles.

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