Citroën C4 Picasso 2.0 HDI (Publicado en Autofácil Nº 79)
| 25.750- | 138 CV | 195 km/h | 6,7 l/100 km |
| Incluye los 2.500- de descuento de la marca; justo para su equipamiento. | A la altura de sus rivales; sería perfecto con el motor 2.2 HDI de 156 CV. | No es lento: le ayuda su excelente aerodinámica, con un Cx de tan sólo 0,30. | Un poquito por encima de sus rivales; en autopista ronda los 7,5 litros. |
Llevamos varios años hablando de la apreciable evolución de los monovolúmenes hacia coches cada vez más dinámicos, ágiles y rápidos en carretera: ahí están los VW Touran -que se conduce como un Golf-, Seat Altea -que tiene hasta versiones deportivas- y Opel Zafira -con la suspensión regulable opcional-.
El C4 Picasso en general nos parece uno de los modelos más completos del segmento: pocos igualan su equipamiento tecnológico -ver apartado de -en marcha–, tiene un precio competitivo -gracias a los contínuos descuentos de la marca, ya incluidos en nuestros precios- y ofrece un diseño futurista.
¿Cuál es el peor enemigo de este monovolumen? Su hermano mayor, el C4 Grand Picasso que, por 900- más, nos ofrece dos plazas más de serie y un maletero unos 70 litros más espacioso.
Dentro: un buen sitio para estar.
Al volante, la visibilidad es magnífica, gracias al enorme parabrisas panorámico -de serie- y los finos montantes delanteros.
El freno de mano se acciona pulsando un botón en la consola central; lástima que el coche no se arranque pulsando otro botón…
Sólo en el salpicadero ya hay cuatro guanteras con tapa; súmale huecos en todas las puertas, a los pies de los pasajeros traseros…
Lo mejor es la anchura, cercana al metro y medio, y la presencia de tres butacas del mismo tamaño.
El maletero ofrece entre 500 y 605 litros, según llevemos adelantados, o no, los asientos traseros
El C4 Picasso -tanto en su versión larga, como en esta -corta- recién presentada- apuesta por un -valor en alza-: la comodidad de conducción.
Viajar en él es un placer tanto para el conductor… como para los pasajeros. Sin embargo, se nota que éste es un vehículo pesado, no especialmente ágil y perfecto para realizar largos viajes por autopista con el mínimo cansancio, aunque menos aconsejable para realizar -excursiones- por puertos de montaña.
CÓMO VA
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Velocidad máxima
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195 km/h
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| Aceleración 0-100 km | 12,4 seg |
| Consumo medio | 6,7 l/100 km |
Los primeros metros con el C4 Picasso no -entusiasman-: entre el elevado peso del coche -más de 1.700 kg con una sola persona a bordo- y el lento funcionamiento del cambio secuencial, no es perfecto para desplazamientos por la ciudad.
Puede mantener medias de 140 km/h mostrando una quietud asombrosa: ningún ruido nos molesta -ni siquiera el del aire-, nada vibra… y el consumo se estabiliza en torno a 7,5 litros.
La estabilidad del Citroën es más que buena. La dirección es perfecta tanto a alta velocidad como en curvas enlazadas.
La versión 2.0 HDI cuenta con los frenos más grandes de la gama.
Técnica
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LA GAMA
La gama dispone de tres niveles de equipamiento: Visia -básico-, Acenta -más 800e- y Tekna -más 2.000–. Las versiones 2.0 pueden equipar, en opción, un sistema de tracción total por 2.900-.
| MODELO | POTENCIA | PRECIOS |
| 1.8 16V | 127 CV | 19.150- |
| 2.0 16V | 143 CV | 21.750- |
| 1.6 HDI | 110 CV | 20.450- |
| 2.0 HDI | 138 CV | 22.650- |
Rivales:
Renault Scénic 1.9 dCi AUT. 26.500-. Es igual de placentero de conducir que el Picasso, aunque tiene mejores prestaciones. Su diseño es bastante menos -fresco-.
Ford Focus C-Max 2.0 Tdci. 23.960-. No dispone de versión diesel automática, pero lo compensa con unas mejores cualidades en carretera. Es menos práctico.
Seat Altea XL 2.0 Tdi aut. 25.725-. Por diseño y estabilidad en carretera es el que más -anima- a conducir rápido. A cambio, los hay más cómodos y silenciosos.
Es muy bueno en casi todo lo que esperas en un monovolumen; con un cambio manual de seis marchas habría sido la compra perfecta.
¿Por qué comprarlo? Puesto de conducción, visbilidad, comodidad general, diseño llamativo.
¿Por qué no comprarlo? Lentitud del cambio robotizado en modo manual, complejidad del volante.
