Claire Williams releva a su padre, Frank Williams, al frente de la escudería Williams F1

Que aquella adorable niña que, en los 80, jugueteaba en las instalaciones del equipo williams f1, acabaría convirtiéndose en la 'mandamás' dentro de la escudería, es algo que nadie en el seno del equipo se habría imaginado. Y mucho menos... su padre.


Si piensas en un negocio familiar, de esos que pasan de padres a hijos, lo más probable es que no te venga a la mente un equipo de Fórmula 1. Pero el caso de Williams F1 es una de esas excepciones que confirma la regla. Esta escudería británica fue fundada, en 1978, por Sir Frank Williams, un empresario que, en 2013 y con 71 años recién cumplidos, se ha ganado a pulso un descanso, ya que ha sido capaz de ‘construir’ una de las escuderías más laureadas y longevas dentro del Gran Circo: en sus 35 años en la pista, de momento, Williams F1 ha cosechado 114 victorias, siete títulos de pilotos y nueve de constructores.

► Nació… El 21 de julio de 1976
► Ha estudiado… graduada en Ciencias Políticas por la Universidad de Newcastle.
► Ha trabajado… en el circuito de Silverstone –como jefa de prensa `junior´– y en el equipo Williams de F1 –como responsable de comunicación, directora de comunicación, responsable de relaciones con los inversores, directora de márketing y, desde marzo, jefa de equipo adjunta–.
► Estado civil… Vive con su novio, Andrew.
► Tiene… Un BMW M3, «pero soy un desastre maniobrando marcha atrás».

Pero, sustituir a un personaje tan legendario en el paddock como Sir Frank Williams, es un asunto que, inevitablemente, ha generado mucha expectación.

En diciembre de 2012, Toto Wolff asumió la mayoría de sus funciones pero, tras recibir una oferta irrechazable de Mercedes GP, se marchó a la escudería germana, apenas un mes después, dejando su puesto vacante. Fue, entonces, cuando el nombre de Claire Williams, la hija de Frank, comenzó a sonar con fuerza como la candidata a dirigir al equipo.

Realmente, Claire nunca se vió especialmente atraída por las carreras; no obstante, cuando acabó la licenciatura de Ciencias Políticas, solicitó ingresar en el departamiento de comunicación de la escudería de su padre. Pero la respuesta de Frank fue tajante: «ni de coña».

A Claire no le pilló por sorpresa esa reacción: «No sé por qué, todo el mundo daba por hecho que yo quería seguir los pasos de mi padre en el deporte del motor… pero, lo cierto es que él nunca fue partidario de que yo estuviera aquí». Cuando se le pregunta al propio Frank, este reconoce que llevaba a Claire con bastante frecuencia al trabajo, «aunque jamás creí que acabaría siendo una parte tan importante de este equipo». El hijo de Frank, Jonathan, que trabajaba como representante de pilotos, llegó a ser contratado como responsable del museo de la escudería, pero Frank se negó rotundamente a dar trabajo también a Claire… «y tuve que resignarme a ello, porque mi padre no quería tenernos a ambos por enmedio en las carreras», se lamenta Claire.

Pero, casualidades de la vida, Claire acabó obteniendo un empleo en el mundo del automovilismo, aunque fuese desligada de la escudería de su padre: en el año 2000, consiguió trabajo como una de las responsables de prensa del circuito de Silverstone –escenario del GP de Gran Bretaña–. «Siempre me ha encantado Silverstone», asegura Claire. «Es una parte importante de la historia de mi familia. Es la pista donde Williams F1 ganó su primer GP, en 1979. Mi madre siempre contaba historias de cuando Williams F1 ganaba carreras aquí. Recordaba que las celebraciones se prolongaban hasta hasta las tantas de la mañana, cuando ya no quedaba nadie en el circuito».

En el staff de Silverstone pasó tres años, hasta que tuvo que ser despedida debido a una reducción de personal. Posteriormente, el entonces director de márketing de Williams, Jim Wright, le propuso un puesto similar dentro de la escudería: «Le contesté que si estaba bromeando, que mi padre nunca lo permitiría», recuerda Claire. Y, efectivamente, en cuanto Wright le sugirió a Sir Frank contratar a su hija, este recibió una tajante negativa.
«Tres meses después, Wright consiguió convencer a mi padre y me ofreció el puesto, pero con un periodo de prueba de seis meses, el doble de lo normal». Eso sí, las labores iniciales de Claire pasarían a ser poco más que pequeñas colaboraciones en la parte logística, como reservar los vuelos para el equipo.

Claire no quiso aceptar el puesto de directora hasta que su madre, a punto de morir, le dio su bendición

Pero, en cierto modo, e irónicamente, podría decirse que Claire estaba predestinada a ocupar el puesto que ostenta en la actualidad. No obstante, el camino de Claire en Williams F1 no ha sido nada fácil, porque comenzó en una época en la que se produjeron demasiadas transformaciones en el seno del equipo… y también en el negocio de la F1. Y es que en esta última década tan ‘movida’, la escudería se ha ido convirtiendo en un gigante venido a menos. De hecho, desde que Juan Pablo Montoya ganase el GP de Brasil de 2004, tuvieron que pasar ocho años para que un Williams volviese a ver la bandera a cuadros en primera posición, cuando Pastor Maldonado obtuvo la victoria en el GP de España de 2012. «Cuando se trata de una empresa en la que has crecido, no puedes soportar verla así», se sincera Claire.

Pero, al fin y al cabo, algunos de esos cambios han sido claves en la carrera y madurez profesional de Claire. ¿Otro más? En marzo de 2011, con Claire ya como directora de comunicación de la escudería, el director de ingeniería –y mano derecha de Sir Frank Williams desde el primer día–, Patrick Head, iniciaba su ‘retirada’ de este deporte vendiendo las acciones del equipo que aún poseía –el 27 %–. Para ‘colocarlas’, Williams decidió convertirse en la primera escudería de la histora de la Fórmula 1 en salir a Bolsa, y en ese momento, Claire añadió a sus funciones la de «responsable de las relaciones con los inversores».

Al final, Sir Frank está muy orgulloso de ella

No es de extrañar que, con esa experiencia dentro del equipo, su padre la eligiera para delegar en ella gran parte de sus funciones. Y es que, en cierta manera, Claire siempre ha tenido un conocimiento profundo de las ‘entrañas’ de Williams… y de sus finanzas: «mi hermano y yo estamos muy orgullosos de lo que nuestro padre creó, pero a lo largo de los años siempre nos hemos hecho la misma pregunta al sentarnos a la mesa con mi madre: ¿Tenemos suficiente dinero para correr el año que viene?».

Un fructuoso paso por el departamento de márketing del equipo, sirvió para que Claire tenga presente lo importante que son los patrocinadores. Su ascenso profesional en Williams F1 ha sido fugaz, pero no teme las acusaciones de ‘enchufismo familiar’: «La gran baza comercial de Williams es que somos vistos como un ‘grupo familiar’, y es importante que mantengamos esa característica. Así que ponerme a mí al frente creo que es bueno para el equipo y para el deporte. Al menos, se sabe que se puede confiar en mi, porque llevo los intereses de la empresa en el corazón», apunta Claire.
Esta concepción de Williams como ‘grupo familiar’ quedó más patente que nunca a principios de marzo, cuando la madre de Claire, Lady Virginia `Ginny´ Williams, falleció tras una larga batalla contra el cáncer. Todo el paddock expresó sus condolencias al equipo, y la prensa especializada llegó incluso a dedicar su propio espacio a esta defunción. El triste suceso retrasó tres semanas el anuncio de Claire Williams como nueva jefa de equipo adjunta.

Pero Claire no olvida el modelo a seguir que fue su madre. Recuerda cómo, cuando Sir Frank Williams sufrió el accidente de tráfico que le dejó postrado en una silla de ruedas de por vida, luchó contra la actitud de los médicos del hospital, que creían que apenas se podía hacer nada por él: «Mamá peleó por la vida de papá. Le decía a los doctores que no podían dejarle morir». «Aquel día, yo había salido de picnic con mi madre y mi hermano Jonny. Esperábamos que mi padre llegara esa noche de realizar unos test en el circuito francés de Paul Ricard, y mi madre le había preparado pasta, porque iba a correr una media maratón al día siguiente. Uno de mis recuerdos es ver aquel cuenco de carbonara sin comer a un lado de la cocina. Mi madre era una mujer excepcional», sentencia Claire, quien no aceptó el cargo de directora del equipo hasta que no obtuvo la aprobación de su madre. «A mamá le encantaban las mariposas. Por eso hemos creado un logo de una mariposa saliendo del sol y lo hemos colocado en un costado de los coches. De esta manera, mamá siempre estará ahí».

‘Feminizando’ el paddock

Para bien o para mal, el puesto de jefa de prensa que Claire Williams llegó a ocupar es el trabajo por excelencia de las mujeres en Fórmula 1; de los 11 equipos, sólo Caterham y Ferrari tienen a un hombre al cargo de sus relaciones con los medios. Pero hasta el ascenso de Monisha Kaltenborn en Sauber F1 –tras la jubilación del fundador Peter Sauber en octubre de 2012–, ninguna mujer había tomado las riendas de una escudería. Claire es la segunda que puede presumir de ello en la historia de la F1.

Por supuesto, Claire Williams echa por tierra el estereotipo de deporte machista: «Sauber ya tiene una jefa de equipo, y ahora que se me ha colocado en el mismo puesto, creo que esas preconcepciones típicas que se tienen de la Fórmula 1 se están resquebrajando». Incluso va más allá, al considerar que ser mujer es casi una ventaja: «Como somos una minoría, los chicos se interesan en ayudarnos», asegura.

A pesar de sus demostradas ganas por llegar a este mundillo, Claire asegura que nunca se propuso a conciencia trabajar en el deporte del motor. No se considera ninguna luchadora por llegar hasta donde ha llegado. De hecho, reconoce que de pequeña sólo aspiraba a ser «madre y esposa». «Todo lo que me ha pasado desde entonces ha sido por circunstancias de la vida, no porque lo planeara». Y ¿qué piensa de esos sueños hoy en día? «No creo que la gente se pusiera muy contenta si me quedara embarazada ahora».

Tarde o temprano, Sir Frank Williams se apartará definitivamente de la escudería, como ya ha hecho su viejo socio Patrick Head, y Claire pasará a ser la máxima jefa del equipo. Su nombramiento no esconde otra cosa que la puesta en marcha de un plan de sucesión, pues Sir Frank cumplió 71 años en mayo. Con Claire al mando, el objetivo es el mismo que Williams lleva una década persiguiendo: reverdecer los laureles de un equipo que una vez fue imbatible a los mandos de prestigiosos pilotos como Ayrton Senna. «Esperamos luchar por el título dentro de tres o cuatro años. Tienes que ser ambicioso o, de lo contrario, no tiene sentido participar en este deporte». Para entonces, habrán pasado dos décadas desde que Jacques Villeneuve les diera su último mundial en 1997. Aunque no hay que olvidar que Ferrari pasó una sequía de 21 años hasta que Schumacher ganó con ellos el campeonato del año 2000. En vista de la determinación de Claire, que nadie descarte a Williams F1 como el equipo a batir a partir de 2016…

Los valores de una empresa familiar, son difíciles de retener

Desde la fundación de Williams F1, en 1978 y hasta noviembre de 2009, Frank Williams y Patrick Head poseían el 70 y el 30 % de las acciones del equipo, respectivamente. Sir Frank nunca quiso ceder poder dentro de su equipo y también era reacio a que ‘extraños’ metieran la mano ‘en su casa’: Por ejemplo, hace 10 años, Frank se negó a vender una parte de la escudería a BMW, que les suministró los motores desde 2000 a 2005. Frank Williams siempre ha creido en la ‘autenticidad’ de las carreras, y ha sostenido que un verdadero equipo de Fórmula 1 debe diseñar y construir sus propios chasis desde cero, sin necesidad de ser comprados a otras empresas.

Aún así, en la pasada década, antes de que comenzaran los intentos de la FIA por establecer un límite de presupuesto para los equipos, una escudería privada como Williams no podía competir contra los recursos ilimitados de los grandes equipos ‘de marca’ –como Ferrari–. Como consecuencia, los resultados en la pista se resintieron… y entre 2007 y 2008, la escudería perdió patrocinadores por valor de 60 millones de euros. Al final, Williams tuvo que ceder y vender parte a un nuevo inversor, Toto Wolff que, en diciembre de 2012, se convierte en jefe de equipo adjunto. Un mes después, Mercedes GP le contrató. ¿Y Patrick Head? Se jubiló en 2011, y sus acciones sirvieron para que Williams saliera a Bolsa. Empezaron a cotizar a 24,21 euros en marzo de 2011, y ahora se mantienen en 22,50€, tras grandes altibajos.

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