La tecnología aplicada al automóvil, sobre todo en apartados como el coche conectado y el coche autónomo, ha sido el tema principal del estudio del Observatorio Cetelem Auto 2016, que analiza, anualmente, diversas tendencias en la industria automovilística y los conductores.
El coche autónomo, ahora en boca de todos, ha sido gran protagonista de la encuesta que han rellenado 1.000 conductores españoles de entre 18 y 65 que compraron coche en los últimos años. Y hay datos curiosos.
Como decíamos, casi 6 de cada 10 conductores españoles estarían dispuestos a comprar un coche autónomo (un porcentaje muy similar a la media europea, aunque lejos de China -91%- o Estados Unidos –un 32%-).
Coche autónomo: cuándo llegará
Los españoles también sostenemos que la llegada del coche autónomo es inminente. De hecho, un 22% sostiene que en menos de 2 años estarán entre nosotros, un 34% entre 3 y 5 años y un 28% entre 5 y 10 años. Preguntados sobre qué haríamos mientras que el coche autónomo condujera por nosotros, hay tres tareas principales que llevaríamos a cabo: divertirnos (leyendo, jugando con aplicaciones, etc), hablar con los pasajeros y descansar, aunque llama la atención que, en cuarto lugar, estaríamos atentos al tráfico por si el coche autónomo fallara.
En cuanto a quién debe comandar la puesta en funcionamiento del coche autónomo, los fabricantes de coches tradicionales son los que tienen nuestra mayor confianza, por encima de gigantes tecnológicos como Apple o Google. No obstante, el 60% de los conductores no tendría problema en adquirir un coche conectado fabricado por cualquiera de estas dos empresas tecnológicas.
Otro de los apartados analizados por el estudio del Observatorio Cetelem Auto 2016 es el coche conectado o, lo que es lo mismo, un automóvil con conexión a Internet y con elementos de asistencia de última generación.
Coche conectado: qué valoramos
Para los españoles, el coche conectado debe poder aportarles una serie de ventajas respecto a un coche convencional. Las más valoradas, con porcentajes por encima del 75% son que suponen un progreso en términos de confort y conducción, son un medio de ahorrar tiempo en los desplazamientos y permiten conducir un vehículo más seguro. Destacan también el hecho de que resulta un coche caro y, en un 35%, es algo ´inquietante´.
Preguntados respecto a este último apartado, sobre qué les inquieta del coche conectado, los conductores españoles señalan el miedo a perder privacidad (21%), el no tener el control total del coche (19%), temor por la seguridad (18%), un riesgo suplementario de avería (18%) y algo que nos llama la atención: temor a perder el placer de la conducción (12%).
