El futuro de la industria del automóvil se encamina de forma clara y rápida hacía la conducción autónoma. La tecnología avanza de tal manera que llegará el momento en que podamos subirnos al coche, introducir nuestro destino y, cómodos y relajados, sentarnos sabiendo que alguien conducirá por nosotros.
Ante este nuevo panorama para los conductores, Goodyear, en colaboración con la London School of Economics and Political Science (LSE), ha realizado un estudio en 11 países diferentes, entre los que se encuentra España, para conocer de primera mano cuál es la opinión de los conductores sobre la conducción autónoma. Las principales conclusiones son las siguientes:
- Confort: El 34% se sentiría cómodo con la idea de compartir carretera con coches autónomos (frente a un 32% que se sentiría incómodo), y un 30% además, se sentiría cómodo viajando en un uno de ellos (aunque a un 35% la idea le genera incomodidad).
- Seguridad: El 42% piensa que la mayor parte de los accidentes de tráfico se deben a un fallo humano y, por tanto, los coches autónomos serían más seguros.
- Interrelación: El 17% de los usuarios no considera importante la comunicación entre los conductores.
- Antonomía total: En un contexto en que cada vez las máquinas tienen más poder, el 28% siente la necesidad de asumir el control del vehículo.
- Innovación: La mayoría de los entrevistados (71%) confiesa que usaría los últimos productos y servicios tecnológicos, si tuviera la posibilidad.
- Conocimiento: El 51% de los conductores admite que le gustaría conocer el funcionamiento de su vehículo.
Datos por países
- Los encuestados de Polonia y Francia fueron los que, de media, expresaron mayor nivel de creencia en que los coches autónomos serían más seguros que los convencionales.
- Franceses y alemanes fueron quienes, de media, expresaron mayor intranquilidad por la falta de control humano, mientras que los holandeses fueron los menos preocupados en este aspecto.
- Los entrevistados de Reino Unido y Polonia expresaron mayor nivel de creencia en las máquinas, que al no tener emociones las consideraron mejores conductores que los humanos. Los belgas, en contraposición, manifestaron menor grado de convencimiento respecto a esta idea.
- Los encuestados checos expresaron mayor preocupación por la falta de sentido común de los vehículos autónomos para interactuar con los conductores humanos. Los italianos, sin embargo, parecen ser los menos preocupados en este punto.
- Asimismo, los checos son los que más echarían en falta el placer de conducir, mientras que los holandeses serían los menos preocupados por esta idea.