Un investigador italiano de 25 años falleció el jueves 29 de junio en Nápoles, Italia, por una explosión que se produjo en el vehículo electrificado en el que viajaba. En concreto, se trataba de un prototipo híbrido de un proyecto que contaba con la financiación de la Unión Europea (UE). Además, en el incidente también falleció la conductora, de 66 años, quien fue trasladada al hospital con quemaduras graves, pero sucumbió a las heridas causadas por el accidente.
Según fuentes italianas, el vehículo electrificado en cuestión combinaba un motor de combustión con energía solar para circular. Como añade el Consejo Nacional de Investigación del país transalpino, este suceso se ha saldado “con la pérdida de dos vidas” y en unas circunstancias “dramáticas” que marcará profundamente a la comunidad científica italiana.
Las causas de la explosión aún se desconocen y por eso mismo la Fiscalía de Nápoles ha abierto una investigación para esclarecer los sucedido. Debido al sistema eléctrico que el vehículo estaba utilizando, todo podría haberse desencadenado por un fallo en las baterías, aunque habrá que esperar a las conclusiones de la Fiscalía de Nápoles para saber con certeza que es lo provocó la explosión repentina en una de las carreteras de circunvalación de la ciudad, tal y como ha indicado la cadena Rai News.