Proyecto Mini Recharge: cuando un Mini clásico se pasa a lo eléctrico

Nicolás Merino
Nicolás Merino
Este proyecto ha dotado a un Mini clásico con un motor eléctrico de 90 kW y una batería que le otorga unos 160 km de autonomía.

Las mismas premisas que motivaron el desarrollo del Mini clásico, esto es, una crisis de petróleo en 1959, han propiciado el proyecto Mini Recharge que, en plena transición hacia lo eléctrico, ha planteado la sustitución del motor gasolina de Mini clásico por una unidad cero emisiones. Eso sí, manteniendo el icónico diseño del modelo británico.

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En este proyecto tiene su antesala en el prototipo presentado en el Salón del Automóvil de Nueva York de 2018, donde se mostró un Mini Electric clásico. Las reacciones fueron tan positivas que un equipo especializado de la planta Mini en Oxford se puso a trabajar y desarrolló un plan para poder ofrecer lo mismo a los clientes que ya tuvieran un Mini clásico.

Así, se ha optado por sustituir el motor original por una unidad eléctrica. Como resultado, sólo se han realizado cambios en el fondo del vehículo. Todos ellos son reversibles, por lo que se puede devolver al Mini a su estado original. En el interior, se ha mantenido la disposición original de los elementos, con el cuadro de instrumentos central. La única diferencia con respecto al modelo original, es que ahora muestra la temperatura, la marcha seleccionada, la autonomía y la velocidad.

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A nivel mecánico, la unidad eléctrica despliega 90 kW (120 CV), lo que permite acelerar al Mini clásico de 0 a 100 km/h en nueve segundos. Por su parte, la batería permite que el vehículo pueda circular durante aproximadamente 160 km. El principal atractivo de esta propuesta es que los clientes que lleven a cabo esta reconversión estarán condiciendo un ‘clásico cero emisiones’, por lo que podrán circular por las zonas de bajas emisiones sin ningún tipo de restricciones. Lo bueno es que la conversión no precisa de una nueva matriculación.

Para este proyecto, no se fabrican vehículos nuevos, sino que se crean a partir de coches ya existentes. Esto permite que un Mini clásico comience una segunda vida más sostenible. En la actualidad, uno de cada cinco modelos nuevos de la marca tiene una propulsión eléctrica y ahora el proyecto Mini Recharged permitirá los vehículos clásicos de la marca combinen pasado y futuro

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La conversión del Mini clásico se lleva a cabo exclusivamente en el Reino Unido. Cada vehículo reconvertido recibe un número individual que lo hace único. «La individualización también desempeña un papel importante en Mini Recharged», afirma Sebastian Beuchel, director de Mini Global Brand Management. «Siempre se han creado modelos únicos del Mini classic, incluyendo auténticas obras de arte sobre ruedas. Por eso también se han previsto futuras colaboraciones en el marco del programa MINI Recharged, que permitirán a artistas de renombre expresar su creatividad con modelos clásicos de Mini especialmente diseñados”, sentenció.