Un récord que, pese a la extrema dificultad que exige alcanzarlo, no es posesión exclusiva de Antonio; nos consta que entre nuestros lectores existe más de un -millonario- en kilómetros realizados con un único coche. El caso es que en Autofácil nos parece que conseguir el equivalente a dar 25 veces la vuelta al mundo -40.000 km por vuelta- al volante de un mismo vehículo no debe quedar como una mera historia que contar entre incrédulos amigos; nos obliga a analizar cómo se consigue que una máquina, compleja, resistente y a la vez delicada como es el automóvil, sea capaz de recorrer tan descomunal distancia y sobrevivir para contarlo.
Planteado desde otra perspectiva la pregunta que nos surge es: ¿se trata de unidades excepcionales conducidas por hombres excepcionales, o cualquier conductor puede conseguir que su coche también alcance kilometrajes fabulosos? Con este interrogante en mente hemos recurrido a dos fuentes esenciales en busca de los secretos de la longevidad: los propietarios de los coches que aparecen en el informe estrella de este veraniego mes y los técnicos que los mantienen, que nos son otros que los mecánicos de taller. Comparando los consejos de unos y otros, la conclusión no deja de sorprendernos por la sencillez de las recomendaciones: buenos cuidados de todos los componentes, atención y revisión periódica, calidad de los recambios, limpieza por dentro y por fuera, un poco de conocimiento técnico y ‘un mucho’ de mimo en la conducción.
En principio, la cosa se presenta así de sencilla y todo apunta a que cualquier vehículo, sin distinción de marca, tamaño o precio, puede llegar al millón de kilómetros. Otra cosa es que nosotros seamos capaces de ayudar a conseguirlo. ¿Quién se atreve a intentarlo?
