Los conflictos entre países, las estrategias sociopolíticas en el mundo y motivos medioambientales han llevado a un incremento de los costes de los combustibles, lo que ha obligado al Gobierno a intervenir para aliviar el bolsillo de los españoles, ya que se trata de un bien que resulta imprescindible en muchos casos. Ante esta situación, el usuario ha buscado caminos para reducir su gasto y ha aumentado sus conocimientos al respecto, hasta el punto de que la diferencia entre motor diesel y gasolina se convierte en un factor determinante a la hora de comprar un coche. La preocupación por el coste del combustible ha pasado a un primer plano y, en cierta medida, ha obligado a muchos ciudadanos a cambiar sus hábitos o a realizar inversiones para, en el futuro más inmediato o con vistas al medio plazo, tener que asumir un menor gasto.
Las familias más adineradas han encontrado, en la adquisición de la opción eléctrica, la vía para ahorrar en combustible. Si bien la inversión es alta en la fase inicial, pues el precio medio de este tipo de coches se sitúa por encima de los 34.000 euros; la rentabilidad se aprecia a partir de los seis años de uso. El motivo es que la electricidad, pese a los incrementos en la factura, es mucho más barata que la gasolina o el diesel. Comprar un modelo eléctrico cuando se dispone de una alternativa convencional no es una decisión rentable. En cambio, si la compra de un vehículo resulta imprescindible, entonces acudir a este mercado puede ser una buena idea.
Diesel o gasolina, ¿qué comprar?
Quien busca un coche más económico debe, en primer lugar, decidir qué tipo de motor prefiere. Los vaivenes en los precios de ambos combustibles invitan a realizar una importante reflexión al respecto. El litro de diesel ha sido, tradicionalmente, más barato que el de gasolina; pero esta tendencia ha cambiado en los últimos años, hasta el punto de que algunas gasolineras presentan el diesel con un precio superior a la gasolina. Las políticas en materia medioambiental o las noticias sobre el fin del diesel también influyen en esta decisión.
Búsqueda de promociones
Una mayoría de familias españolas no pueden permitirse adquirir, en 2023, un vehículo de tecnología eléctrica debido al alto coste de venta al público. Incluso comprar un modelo convencional tampoco está al alcance. Así que tienen que buscar otras fórmulas para obtener el mejor precio en la compra de combustible, que es un recurso que se consume prácticamente todos los días. Las principales compañías del sector, como Repsol, BP o Cepsa, han lanzado tarjetas o aplicaciones de fidelización, que ofrecen descuentos exclusivos a sus clientes. El usuario muestra su identificación, por medio de una tarjeta física o con un programa instalado en el teléfono móvil, y obtiene así un precio más reducido en cada litro de diesel o gasolina. Esta reducción se puede aplicar de forma directa o mediante la acumulación de saldo para la compra futura.
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