
Si quieres ahorrar con el coche… sin dejar de utilizarlo a diario, presta atención: la compañía de rénting Arval ha realizado un estudio en el que se calcula que, siguiendo un sencillo decálogo de consejos para conducir de forma más eficiente, se puede llegar a ahorrar, en carburante, unos 500 euros cada año… además de reducir el riesgo de sufrir un accidente -por ejemeplo por velocidad excesiva- y, con ello, pagar hasta 250 euros menos gracias a las bonificaciones que dan las aseguradoras a los buenos conductores.
De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística, como en España cada hogar tiene, de media, dos automóviles, cada familia podría llegar a ahorrarse hasta 1.500 euros al año.
Si quieres ahorrar 500 euros en carburante, toma nota:
1. Arranca el vehículo sin acelerar. En los coches antiguos -más de 15 años-, era necesario acelerar para ponerlo en marcha; hoy día, no hace falta… ni tampoco que des acelerones en punto muerto para calentar el motor -algo que, además, acorta su vida hasta un 50%-.
2. Utiliza la marcha adecuada. Circula en marchas más bien largas -a bajas revoluciones el motor consume menos- pero, eso sí, asegurándote de que dispones siempre de una buena respuesta del motor para circular con total seguridad. Para ello, mantén el propulsor, de media, entre 1.700 y 2.300 rpm -si es diesel- o entre 2.200 y 2.800 rpm -si es gasolina-. Así también reducirás la contaminación acústica: un coche a 4.000 rpm hace el mismo ruido que 32 coches a 2.000 rpm.
3. La primera marcha, sólo para arrancar. La primera velocidad tan sólo deberás usarla para iniciar la marcha, cambiando a segunda velocidad una vez recorridos unos seis u ocho metros -o cuando el motor alcance las 2.300 rpm en un diesel y las 2.800 en un gasolina, de media-.
4. Mantén una velocidad constante. Si evitas acelerones y frenazos bruscos incrementarás tu seguridad al volante, disminuyendo el riesgo de accidentes entre un 10% y un 25%, y reduciendo también el gasto en gasolina.
5. Evita el punto muerto. No circules nunca cuesta abajo con el cambio en punto muerto: en contra de la creencia popular, así el coche gasta aprox. 0,5 litros/hora de carburante. Sin embargo, si ruedas con una marcha insertada y sin acelerar, la propia inercia se encargará de que el motor no necesite tanto carburante para funcionar, reduciendo el consumo de forma notable -en los diesel, el consumo llega a ser prácticamente cero-.
6. Apaga el motor en paradas prolongadas. En retenciones prolongadas -atascos, semáforos…-, es recomendable apagar el motor del vehículo. Según Arval, puede suponer un ahorro medio de 150 euros al año en carburante por conductor.
7. Evita la sobrecarga del vehículo. Está comprobado que por cada 100 kg de peso adicional, el consumo se incrementa en un 5%. Además, si no se va utilizar la baca es recomendable retirarla, ya que llevarla sin nada encima aumenta el gasto de carburante un 20%.
8. No bajes las ventanillas y controla el climatizador. Programa el climatizador entre 22 y 23º: un uso irracional incrementa el consumo hasta un 10%. Si tu coche lleva aire acondicionado, conéctalo sólo si se te empañan los cristales o si notas calor -en autopista, gasta casi lo mismo que circular con las ventanillas bajadas… pero es más cómodo y seguro-. Por su parte, el aumento de consumo generado por la calefacción es inapreciable.
9. Vigila tus neumáticos. Los neumáticos desinflados y un filtro de aire sucio -cámbialo en cada revisión, desde 20e- aumentan un 6% el consumo, mientras que unas bujías en mal estado -sustitúyelas cada 60.000 km, desde 90e- lo incrementan hasta un 10% en los gasolina.
10. Respeta la distancia de seguridad. O, lo que es lo mismo, mantén siempre un campo de visión que permita divisar tres vehículos por delante tuyo. Así, evitarás frenazos en seco, ganando en seguridad… y reduciendo el desgaste de frenos, embrague y motor.