El sistema se basa en un campo eléctrico de acoplamiento inductivo. Para hacerlo funcionar hacen falta dos elementos: Una placa inductora bajo el asfalto y un electrodo de acero en el interior del neumático. Este sistema es capaz de suministrar entre 50 y 60 watios de potencia a través de las ruedas y de un pavimento de hormigón con veinte centímetros de espesor, ya que es un material conductor.
El grupo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Toyohashi, liderados por Takashi Ohira, realizó una demostración de su invento a primeros de julio en la ciudad de Yokohama. Allí consiguieron encender una bombilla suministrándole electricidad mediante este sistema. La bombilla hacía el papel en la prueba de batería de un vehículo. Por otro lado, con este suministro de energía también lograron alimentar las pilas de un coche teledirigido, que demostró que rodaba sin problemas.
A día de hoy, los propios investigadores reconocen algunos obstáculos en el desarrollo de esta tecnología, como el 10-20 % de energía que se pierde disipada por los neumáticos, y la necesidad de multiplicar por cien la actual potencia de la red eléctrica.
