Transmisión

Cómo saber si se va a romper una transmisión de tu coche

Las transmisiones son las responsables de transmitir el giro que procede del diferencial hasta las ruedas. ¿Qué pasa si se rompen?

Si exceptuamos algunos eléctricos en los que los motores están en las propias ruedas, todos los coches tienen transmisiones. Son unas gruesas barras metálicas que se encargan de transmitir el giro que procede del diferencial hasta las ruedas para hacerlas girar. Así que, lógicamente, si una transmisión se rompe… esa rueda ya no gira. Y, si se trata de un coche con un diferencial simple, el coche ya no podrá avanzar.


Pero tranquilo, porque lo normal es que una transmisión dure toda la vida del coche, siempre que no haya golpes, accidentes… y que se asegure un mínimo de mantenimiento. Ese mantenimiento pasa principalmente por observar el estado de los fuelles de goma que tienen cerca de sus extremos y que se emplean para permitir que la transmisión pueda doblarse, por ejemplo, cuando giramos la dirección. Es lo que se conoce como junta homocinética.


Cuando esos fuelles de goma que recubren la junta homocinética se rompen, la grasa lubricante que contiene el fuelle para lubricar la homocinética se acaba perdiendo por centrifugación, pues debes tener en cuenta que la transmisión gira a la misma velocidad que la rueda (o, más bien, la rueda gira a la misma velocidad que la transmisión).

Los problemas llegan cuando desaparece la grasa


Total, que cuando esa grasa se pierde, el riesgo de rotura de la transmisión es muy elevado. Por eso, es importante que revisemos el estado de los fuelles de goma cada vez que llevemos el coche a revisión, y además es un elemento que siempre revisarán también en la ITV.


Para ver el estado, es necesario desmontar la rueda y ver cómo está el fuelle, además de comprobar si hay salpicaduras de grasa por los pasos de rueda o por el interior de la llanta. Además, cuando esta grasa se pierde, la transmisión empieza a emitir un característico sonido, como un clack-clack-clack cada vez que giramos la dirección debido a que, como no hay grasa, van chocando las piezas metálicas de la junta homocinética directamente entre sí.


Si observamos este sonido, no debemos dudar en acudir al taller para reparar el fuelle, una operación que tiene un coste de unos 40-60 euros pero que evitará que la transmisión acabe rompiendo, algo que puede superar los 250 euros de reparación además del trastorno que puede suponer quedarnos tirados en algún punto de la carretera.

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