Eso sí, en esta ocasión hay dos importantes diferencias. Para empezar, aquí Ogier ha podido terminar el rallye, aunque en tercera posición. La otra diferencia es que, en México, Ogier sentía el aliento de Loeb sobre su nuca, pues ambos estaban enfrascados en una lucha impresionante, mientras que en Argentina, Ogier era líder con una cómoda ventaja de más de 40 segundos sobre el Ford Fiesta RS WRC de Mikko Hirvonen y el Citroën DS3 WRC de Loeb, que en ese momento luchaban por la segunda plaza.
En el primer tramo, Ogier ‘patas arriba’
El desastre de Ogier ocurría en el primer tramo del domingo, Ascochinga, la prueba más larga del rallye con sus 48,21 km. Ogier cubría casi todo el tramo sin mayor problema, pero en una de las últimas curvas cometía el error de morder demasiado el interior de una curva. El DS3 volcaba y daba una vuelta. Ogier, con el coche maltrecho, arrancaba de nuevo y terminaba el tramo perdiendo poco más de 20 segundos. Sin embargo, su coche estaba dañado, y la pérdida de la dirección asistida y del alerón trasero eran los dos mayores problemas.
Quedaban sólo tres tramos, con tres km cada uno. Loeb se ponía por delante de Hirvonen y ambos atacaban a fondo hasta llegar al último tramo a 3 y 5 segundos de Ogier, respectivamente. Allí, tanto Loeb como Hirvonen le dieron la puntilla. Loeb se llevaba la victoria por 2,4 segundos sobre Hirvonen, mientras que Ogier finalmente se clasificaba cuarto a 7,3.
Solberg, cuarto
Por detrás de ellos, se clasificaba Petter Solberg con su Citroën. El noruego terminaba el primer día a 18,2 segundos del entonces líder, el Ford de Latvala, pero la rotura de la dirección asistida en la segunda etapa le hacía perder toda opción de podio. Pese a terminar cuarto, Solberg terminaba muy contento por ser el más rápido en el último tramo, algo que le ha supuesto ganar los tres puntos que da la victoria en esta última especial por delante de Hirvonen, que sumaba dos puntos, y de Loeb, que se llevaba un punto extra a los 25 de su victoria en la general del rallye.
Latvala, líder el primer día. ¿Qué le paso?
Sí, Jari-Matti Latvala terminó líder el primer día. El piloto de Ford hizo una gran etapa, arriesgando mucho en las porciones de asfalto que se habían intercalado en el tramo de tierra de El Cóndor, al que había que dar dos pasadas. Latvala llegaba a marcar una media de más de 190 km/h en esa parte del tramo, algo que le suponía un tiempazo en el primer paso por El Cóndor, donde dejaba al segundo clasificado en la especial a 9,3 segundos. De cara a la segunda etapa, Latvala seguía atacando y conseguía mantenerse líder pese a los ataques de Ogier, que se aupaba hasta la segunda plaza de la general. Sin embargo, en el tramo 12 Latvala empezó a notar que algo no iba bien en la parte posterior de su coche, e incluso estaba a punto de salirse en alguna frenada. La suspensión trasera se había roto, y pese a que terminaba el tramo e intentaba repararlo antes de la siguiente especial, el equipo le mandaba retirarse para evitar daños mayores- y un posible accidente. Ahí se terminó la lucha por la victoria para el finlandés, que al menos ha conseguido terminar el rallye en séptimo puesto tras reengancharse a la carrera en la última etapa.
Con este resultado, Sebastien Loeb es más líder del campeonato con 126 puntos, mientras que Mikko Hirvonen es segundo con 113 y Sebastien Ogier, tercero con 96. La próxima prueba es el rallye de Grecia, que se disputará del 16 al 19 de junio por los duros tramos de tierra de la zona del Acrópolis.