Según los ánimos

¿Qué nos influye para elegir el color de nuestro coche?

Autofacil
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Uno de estos informes, encargado en 2009 por la empresa DuPont -productora de pinturas-, analizó datos de los vehículos vendidos en Estados Unidos a partir de la segunda mitad del Siglo XX, y revela que la actualidad que rodea a los compradores -económica, política…- influye en el color que escogen para su nuevo coche. Para investigarlo, DuPont recurrió a Peter Weil, profesor de antropología estética en la Universidad de Delaware (Estados Unidos). Según Weil, tras los atentados del 11 de septiembre, los estadounidenses tendieron a comprar coches plateados, porque se trata de un color asociado a la prosperidad, contrarrestando el intenso periodo de miedo y tristeza.

Weil también afirma que, a partir de 2007, cuando la gran crisis financiera empezaba a asomar tímidamente, se observa un aumento de las ventas de coches blancos. El blanco es un color culturalmente asociado a las etapas de cambio. Del mismo modo, el rojo, asociado a la energía, es el color elegido por los usuarios más nerviosos y entusiastas. En cambio, los compradores de vehículos naranjas son gente práctica. El profesor no nos sorprende al hablar del negro: Color que representa la elegancia, el misterio y la muerte, pero también asegura que el azul es especialmente recomendable para resaltar el aspecto tecnológico de un producto, y que el violeta despierta el deseo de compra especialmente en la mujer… Weil lo tiene claro: «Sabemos que durante al menos cuatro décadas los humanos de todas partes han procesado el color del mismo modo».

En España, la asociación de concesionarios Faconauto advirtió que, según su investigación, los compradores rara vez tenían en cuenta la seguridad cuando elegían el tono de su coche. En cambio, influyen más factores como la personalidad, la edad, el sexo, la clase social, lo que les parezca a los demás y el uso que se va a dar al vehículo. El estudio indica que el 75 % de los clientes opta por colores claros. Esta preferencia se acentúa entre las mujeres, mientras que, por clases sociales, las más altas apuestan más por colores oscuros -elegancia, estatus, poder…-. Por edades, los mayores los prefieren oscuros, y los jóvenes, más chillones.

El informe de Faconauto no tiene nada que envidiar al del profesor Weil. Se atreve a afirmar que en muchos casos, las personas que escogen el blanco son indecisas: «no se atreven a comprar vehículos de colores más fuertes ante la duda que les ocasiona la amplia gama cromática del mercado». Por su parte, quienes soliciten un color metalizado probablemente sean unos optimistas.

Pero claro, las estadísticas no son del todo fiables, porque intervienen otras muchas variables. Al fin y al cabo, el estudio de Faconauto también apunta que, si el coche va a ser compartido por una pareja, es bastante habitual que la última palabra la tenga ella

Pero ¿realmente influye tanto el color en que un coche sea seguro? Según fuentes de la CEA (Comisariado Europeo del Automóvil), es importante, pero difícil de valorar: «No es lo mismo conducir un coche pintado de verde en Asturias que en Castilla y León, donde, por temas de entorno, sería más visible». Y eso de que las aseguradoras lo tienen en cuenta para cobrar no siempre es cierto:  «Hay muchas leyendas sobre el incremento de la cuota del seguro obligatorio por el color que se elija, pero hay que aclarar que no todas las compañías trabajan con esa prima». Para hacernos una mejor idea de este aspecto, hay que recurrir esta vez a un estudio de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) del año 1999: Si tu coche es plata tienes un 13,3 % de posibilidades de sufrir una accidente, mientras que con uno marrón se elevan al 70 %. El porcentaje de riesgo es de un 20 % para el gris 20%; un 23,3 % para el rojo; un 26,7 % para el amarillo; un 30 % para el azul; un 33,3 % para el blanco; un 60 % para el verde, y un 66,7 % para el negro.