Son los que utilizan la mano izquierda para hablar por el móvil añadiendo a la falta de concentración en la conducción la falta de visibilidad al llevar el teléfono tapando totalmente la visión lateral del ojo izquierdo. A los que emplean la mano izquierda para sostener un cigarrillo encendido dejando que sea la derecha la única responsable de girar el volante, cambiar de marcha, manejar el navegador, poner otro CD- A los que emplean el dedo anular de la mano izquierda para -saludar- a los vecinos de calzada que no comparten sus mismos criterios de conducción. A los que ignoran la existencia del espejo retrovisor izquierdo y cambian de carril sin importarles que otro coche esté a punto de alcanzarles -estos personajes suelen ser también los mismos que adelantan sin utilizar jamás el intermitente izquierdo-.
A los que descuelgan totalmente el brazo izquierdo por fuera de la ventanilla para compensar los calores que les provoca la ausencia del aire acondicionado en su coche, o el no utilizarlo porque -gasta-. A los que cubren el cristal de la ventanilla izquierda con un pañuelo para protegerse del sol y perder de paso toda visión de lo que ocurre en ese lado del asfalto. Por último, y cómo no, a los que hacen de la izquierda su hábitat natural sin considerar que este carril debe emplearse únicamente para realizar adelantamientos y no para acomodarse en él impidiendo, como si fuesen justicieros voluntarios de la DGT, el paso de otros conductores más rápidos. A todos ellos, gracias por pensar en los demás.