
Para dar respuesta a todas estas dudas, la compañía de alquiler de vehículos Avis ha creado una pequeña guía con estas recomendaciones básicas:
– En Sudáfrica se circula por la izquierda y la señalización está en inglés.
– Al igual que en la regulación española, es obligatorio llevar el permiso de conducir en todo momento así como usar el cinturón de seguridad. Las leyes son estrictas en cuanto a las bebidas alcohólicas en la conducción. El máximo nivel de alcohol en sangre que está permitido es de 0,05. También es ilegal utilizar el teléfono móvil.
– Debido a las grandes distancias, es importante planificar la ruta, realizar descansos regularmente y turnarse al volante. Para mayor tranquilidad, se aconseja llevar un sistema de navegación por satélite (GPS).
– Los límites de velocidad más comunes en Sudáfrica son 60 kilómetros por hora (35 millas por hora) en zonas urbanas, y 120 kilómetros por hora (75 millas por hora) en autopista.
– En caso de que la policía pare el vehículo por exceso de velocidad, solicita el resguardo de la multa y evita pagarla en el acto. Si se incurre en una sanción de tráfico, la firma de alquiler cargará su importe al cliente posteriormente.
– Llevar suficiente dinero en efectivo. Muy pocas gasolineras aceptan tarjetas y hay también una serie de carreteras de peaje en las rutas principales.
– En las intersecciones, la prioridad de paso es para la primera persona en llegar. En caso de alcanzar el cruce al mismo tiempo, la preferencia es para el conductor de la derecha.
Siendo en general baja la probabilidad de ser objeto de cualquier incidente, Avis recomienda tomar las siguientes precauciones en materia de seguridad:
– Conducir con las luces encendidas en todo momento, evitar la conducción nocturna y estar alerta en los semáforos (llamados «robots» en Sudáfrica).
– No dejar objetos de valor a la vista o recoger autoestopistas, y evitar enfrentamientos con los conductores locales.
– Es preferible aparcar en centros comerciales o aparcamientos de varias plantas ya que la mayoría cuentan con barreras de entrada y sistemas de pago por ticket y tienen personal de seguridad. El estacionamiento en las calles está regulado por parquímetros.
– En caso de accidente, llamar a la policía pulsando el número 112 del móvil. Procurar detener el vehículo en una zona poblada y bien iluminada y permanecer dentro del vehículo. En caso de pararse en una zona aislada, intentar llegar hasta el área poblada más próxima. Tener en cuenta que no es habitual que otros automovilistas paren para ayudar en caso de accidente. En caso contrario, permanecer dentro del coche y hablar con la persona a través de una pequeña ranura en la ventanilla.