El pasado mes de febrero, compré un Ford Grand C-Max 1.0 Ecoboost 125 CV y lo cierto es que el coche va muy bien, salvo porque la diferencia entre el consumo oficial que indica Ford y el real es… demasiado elevada:La marca declara 5,2 l/100 km de media y 4,6 l/100 en carretera. Yo realizo todos los días el trayecto Bilbao-Vitoria por autovía y, si circulo a 120 km/h, el consumo apenas baja de… ¡8,0 l/100 km! Me parece una desviación intolerable y más cuando este motor se anuncia como «alternativa al diesel» […]. Todo ello, sin llevar conectado el aire acondicionado ni el control de velocidad. Me gustaría también que me confirmarais si, circulando con él activado, el coche gasta más -yo creo que sí- y, en caso afirmativo, cuánto puede aumentar el consumo. Antes de decidirme a escribiros, lo comenté en el concesionario e, incluso, en el servicio de Atención al cliente de Ford: me dijeron que iría bajando con los kilómetros, pero no quisieron asegurarme si era normal, o no […].
Con todo lo demás estoy encantado: con el comportamiento del coche, con sus acabados, con la respuesta del motor…, pero considero que la información que se me dio al adquirirlo no era la correcta.
Unai Fernández
Respuesta del departamento de comunicación de Ford: En primer lugar, cabe decir que el trayecto Bilbao-Vitoria se caracteriza por contar con constantes desniveles […] Por lo tanto, no es en absoluto equiparable con los trayectos establecidos para los ciclos que determinan los consumos homologados de los vehículos.
Además, un consumo de alrededor de 8,0 l/100 km en ese recorrido en ambos sentidos a una velocidad de 120 km/h y teniendo en cuenta el peso del Grand C-Max -la carrocería más pesada en la que se monta el propulsor 1.0 Ecoboost- es normal… y hasta se trata de una cifra bastante buena comparada con el consumo de cualquier otro motor de gasolina de similar potencia en condiciones parecidas.
En cuanto al control de velocidad, en teoría, el consumo a velocidad constante debería ser igual con independencia de que esa velocidad se mantenga con el programador de velocidad o mediante una conducción cuidadosa. El problema es que, para un conductor, resulta más difícil mantener esa velocidad de forma constante que para un control de velocidad […], pues el control electrónico que emplea el sistema resulta mucho más preciso que la capacidad del conductor para regular la presión que se aplique sobre el pedal del acelerador. El resultado es que, en el mejor […]de los casos, el conductor tan sólo podría aspirar a igualar el consumo logrado si se activa a el control de velocidad.
