El sistema de seguridad se compone de una cámara de infrarrojos instalada en el interior del vehículo, que vigila hacia dónde dirigimos la mirada y, por tanto, si estamos poniendo atención o en cambio nos estamos distrayendo.
Continental ha ido un paso más allá frente a los avisadores habituales en los coches que se venden hoy por hoy: No se conforma con una indicación acústica y encender un testigo con forma de taza de café: La advertencia sonora de Continental utiliza la iluminación LED del interior del vehículo, activándola en distintas zonas de manera intermitente como alerta. El sistema incluso modifica la intensidad de la luz en función del riesgo que perciba, y puede iluminar una zona determinada para avisar al conductor de que esté atento a un peligro en una parte concreta de la calzada: Vartias tiras de LEDs de color rojo rodean el vehículo y centran la atención del conductor en los puntos peligrosos. De esta manera, Continental centra la atención del usuario antes de que aumente el riesgo de accidente, y el sistema llega a dar indicaciones luminosas al conductor sobre la maniobra que tiene que ejecutar.
El vehículo con el que Continental está experimentando incluye otros dispositivos como la ayuda al aparcamiento mediante un sistema de guiado panorámico.