Para empezar, al contrario que los sistemas de frenado convencionales, New Wheel consta de un disco fabricado en aluminio que va atornillado a una pieza en forma de estrella, la cual va acoplada a la llanta desde el interior de la misma. Con ello crece el diámetro del disco de freno, lo cual incrementa la capacidad del sistema para detener el vehículo más eficazmente. Además, al ser de aluminio elimina los posibles problemas futuros debidos a la corrosión y al óxido.
Además, New Wheel permite aumentar la autonomía de un coche 100% eléctrico gracias a que la deceleración en un vehículo de estas características genera electricidad, producida por la recuperación que genera la frenada realizada por el motor eléctrico. Igualmente, su peso es menor al de un sistema de frenado convencional, reduciendo así el peso del conjunto, elimina el desgaste de los discos de freno y permite un cambio de neumáticos mucho más sencillo.
Este sistema será presentado al público a mediados de este próximo mes de septiembre con motivo de la celebración del Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt 2017. La idea del fabricante es ponerlo a la venta lo antes posible, si bien todavía no ha sido anunciado ningún tipo de plazo para ello ni el precio de este novedoso sistema.
Por último, según Matthias Matic, jefe del departamento de frenos hidráulicos de Continental, «los coches eléctricos necesitan nuevas soluciones de frenado, ya que el uso de frenos convencionales no es muy efectivo en este caso. En un vehículo eléctrico, es crucial que el conductor gaste la menor energía posible en un freno de fricción».