El verano de 2016 está arrojando cifras preocupantes en lo referente a la siniestralidad en carretera, ya que en los meses de julio y agosto han fallecido un total de 246 personas debido a accidentes de tráfico. Este número supone un incremento de 20 muertos con respecto al mismo período de 2015. Si nos limitamos simplemente al mes de agosto, 123 han sido las personas que han perdido la vida, por las 113 del año anterior; y si nos extendemos al acumulado del año, ha habido 789 fallecidos, por los 720 de 2015 hasta la finalización de agosto.
Por su parte, la Dirección General de Tráfico ha manifestado que valorará estos números una vez hayan sido analizados, hecho que posiblemente tenga lugar a principios de este mes de septiembre. Las reacciones no se han hecho esperar, y Antonio Lucas, portavoz del Real Automóvil Club de España -RACE-, ha afirmado que continúa habiendo «más siniestralidad en las carreteras, más mortalidad y más movimiento de vehículos, antiguos y con un peor mantenimiento. Hay que priorizar la seguridad vial en todos los niveles», porque «las vacaciones han acabado pero los accidentes de tráfico se producen también cuando se va y se vuelve del trabajo».
En este sentido, Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados -AEA-, ha manifestado una «gran preocupación» ante «un importantísimo repunte de la siniestralidad». Para solucionarlo, propone «volver a redoblar las alertas en cuanto a la seguridad vial, analizar microscópicamente las causas y volver a poner el foco de la seguridad vial entre los problemas más importantes que tiene este país». Además, ha destacado la «falta de inversiones en infraestructuras, en sistemas de contención, en marcas de señales y en parque automóvil» como las causas principales.