
De forma similar a lo que sucede con el City Safety, Volvo se sirve de una cámara delantera y varios sensores de radar para circular sin intervención del conductor a bajas velocidades. La gran novedad de este sistema es que, además de controlar los frenos, el motor y la transmisión, el propio vehículo también maneja la dirección por sí solo.
De esta manera, mientras no se supere cierta velocidad el Volvo con este sistema seguirá al vehículo de delante, y el conductor podrá recuperar el control en todo momento sólo con pisar el freno.
Otra de las innovaciones en las que trabaja Volvo es el sistema de frenada automática en intersecciones. El radar desarrollado por Volvo puede detectar intromisiones en el camino del vehículo a hasta 80 metros de distancia. Cuando demos el intermitente en un cruce, el radar inspeccionará en dicho radio de 80 metros todos los vehículos que hay y la evolución de sus posiciones.
Por su parte, el sistema de detección de colisiones con animales salvajes se sirve de la tecnología ya usada por Volvo para detectar peatones pero, dada la mayor velocidad a la que se circula por carreteras secundarias en las que puede aparecer fauna en la carretera, se ha aumentado el rango de detección del radar a 30 metros, funcionando también de noche. Lo primero que hace este dispositivo es reducir la velocidad del vehículo a 80 km/h, un ritmo al que los sistemas de seguridad activa pueden funcionar mejor. Volvo sigue trabajando en una detección más precisa de los animales que se pongan por delante del coche.
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