Te gustan los coches, ¿verdad? Entonces estoy seguro de que, al igual que yo, alguna vez has soñado con ser piloto de carreras. Incluso puede que en determinadas ocasiones hayas llegado incluso a hacer números para saber si podías permitírtelo. Yo lo hice muchas veces en el pasado, aunque al final mi experiencia en circuito se basó en algunas tandas eventuales que, simplemente, servían como placebo. Una tanda en circuito es muy, muy divertida y muy recomendable como actividad lúdica, pero no es competición. Sirve como experiencia, pero no para adquirir la tensión propia de la competición ni para quitarte esa espinita que tienes clavada. Aquí vamos a contarte cómo ser piloto de carreras disfrutando al máximo… y sin arruinarte en el intento.
- Lo primero que necesitas es una licencia de piloto, que se consigue mediante la Federación Madrileña de Automovilismo –www.fmdeautomovilismo.com–. El precio es de 350 euros, más otros 20 euros por el reconocimiento médico que te exigirán, donde comprobarán que estás físicamente en condiciones y que no tienes problemas cardiacos. En total, 370 euros.
- Para montarte en el coche necesitas una equipación de piloto y ésta debe estar homologada por la FIA: Casco (puedes elegir si abierto o cerrado), hans, sotocasco, ropa interior ignífuga, botines, guantes y mono. Todo este material es obligatorio y, a través de tiendas online como GT2i –www.gt2i.es–, puede costarte un total de 1.200 euros. Si tu presupuesto no alcanza para esto, puedes ahorrar algunos euros recurriendo al mercado de segunda mano, pero asegúrate de que sean elementos homologados por la FIA y aún vigentes –todos tienen una etiqueta con una fecha de caducidad que delimita hasta qué año se pueden utilizar para competir de forma oficial–.
- La inscripción a cada cita del CRT son 300 euros, lo que hace un total de 1.200 euros por la temporada completa. Esto incluye el uso de la pista, la asistencia en caso de avería o accidente, los comisarios, los trofeos, el box, el seguro…
Ya tienes todo lo necesario… excepto lo más importante, que es el coche con el que competir. Aquí se te abre un gran abanico de posibilidades, aunque aquí te resumimos las tres más habituales:
- Comprar un coche de carreras: Uno de categoría Clásicos y Legend, como un Mazda MX-5 NA como el nuestro puede salirte por unos 5.000 euros, mientras que un BMW 320i E30 puede alcanzar la cifra de 6.000 euros.
- Móntatelo tú: Si adquieres un automóvil de calle, podrás construir sobre él tu coche de carreras a tu gusto. Puedes encontrar verdaderas gangas que, con algunos retoques, son muy interesantes. Por ejemplo, un BMW 320i E30 con carrocería de 4 puertas puede salirte por apenas 2.000 euros. Eso sí, ten en cuenta que deberás vaciar su interior y equiparlo con el arco de seguridad, el baquet y los arneses, que por supuesto tienen que tener homologación FIA. Además, necesitarás un volante, suspensión, frenos nuevos, unos neumáticos (puedes elegir si de calle o de circuito, en función de lo que te quieras gastar), los obligatorios kits de extinción automática y de cortacorrientes y una muy aconsejable revisión completa del motor, ya que la nueva ´vida´ de tu coche será rindiendo al máximo de su potencial, y no queremos que se rompa. Cuenta con que la preparación, como mínimo, añade otros 4.000 euros a la compra del vehículo.
- Alquila el coche: Muchas de las escuderías que participan en el CRT –puedes saber cuáles son en las propias lista de inscritos a las pruebas: http://bit.ly/2p2tEXh– los alquilan por evento y pagarás más o menos en función del potencial del vehículo. Alquilar el coche más modesto de la parrilla en la categoría D1 puede suponerte entre 400 y 600 euros, sin embargo, correr con un vehículo más ambicioso, como por ejemplo un Peugeot 207 Copa, puede multiplicar ese precio por tres. Y participar a los mandos de un vehículo de categoría D2, como un Subaru Impreza WRX STI por ejemplo, llega a costar más de 4.000 euros. En el precio del alquiler se suele incluir el gasto en combustible, neumáticos, frenos… pero ten en cuenta que, si sufres un accidente, deberás correr con los gastos de reparación.
Entonces, resumamos. ¿Quieres competir? Pues no es gratis, pero cuesta menos de lo que crees y, si me permites un consejo, en la medida de lo posible no dejes este mundo sin que tus sueños se hayan materializado, aunque sea sólo una vez.
Puedes completar una temporada completa del CRT en categoría Clásicos y Legend por poco más de 2.400 euros –370 euros de licencia, 1.200 euros por las cuatro inscripciones y, de media, 900 euros de equipación de piloto–, coche aparte. Por supuesto, si quieres continuar compitiendo en los años siguientes, ya no tendrás que asumir la inversión de la equipación de piloto, pues ya la tienes. Por cierto, si quieres gastar aún menos dinero, puedes compartir coche con otro piloto y dividir gastos, corriendo cada uno sólo una de las dos carreras de cada cita. Tienes tiempo hasta la temporada 2018 para írtelo pensando, pero aún puedes participar en las dos citas que quedan del CRT, una programada para el 10 de junio, y la otra para el 9 de septiembre. Ah, y no olvides que el CRT, y en especial la categoría de Clásicos y Legend, se disputa en un ambiente de afición, familiaridad y colaboración pleno, por lo que te sentirás como en casa y todos tus amigos y familiares podrán ir a verte de forma gratuita. Más info: www.jarama.org.