En 1970 Opel revoluciona el segmento medio. El Opel Ascona fue el prototipo de una berlina deportiva, divertida de conducir, con voladizos cortos y un excelente dinamismo. Un vehículo atractivo que llegaba al mercado tanto en carrocería deportiva de dos puertas como en sedán de cuatro o familiar. Ese mismo año y construido sobre la misma plataforma que el Ascona, llegaba el Opel Manta, un elegante coupé que se presentaba dos años después de la llegada del mítico Opel GT.
Ambos modelos resultaron un éxito comercial para la firma del rayo en EEUU, un hito logrado sólo por unos pocos modelos de Opel. A día de hoy las unidades de primera generación que se han conservado con el paso de los años son objeto de deseo para coleccionistas y tiene un valor muy superior al que se vendieron cuando eran nuevos.
En 2020 y coincidiendo con la apertura de la temporada de rallies de vehículos clásicos y «Bodensee Klassik»(del 7 al 9 de mayo), Opel celebrará el 50 aniversario de sus modelos exponiendo seis unidades de las primeras generaciones de los Ascona y Manta en la salida de la prueba. La fiesta de cumpleaños continuará el 28 de junio en el «Klassikertreffen» de Rüsselsheim. Allí se darán cita 100 ejemplares de los Ascona y Manta en un evento que reunirá más de 30.000 aficionados llegados de todos los rincones del mundo.
Como berlina de dos y cuatro puertas, el Ascona se colocó exactamente entre los Kadett y Rekord. Este modelo también contaría con una versión Caravan, el primer familiar medio de un fabricante alemán. Con su hermano deportivo, el Manta, Opel entró al mismo tiempo en el creciente mercado de los coupés deportivos familiares. Chasis, suspensión y mecánicas eran idénticos, ambos con motores de cuatro cilindros que desarrollaban de 60 a 105 CV.
El Ascona en un principio se ofreció con carrocería sedán de dos y cuatro puertas con acabados básico y lujoso. Su suspensión delantera independiente contaba con amortiguadores telescópicos y muelles helicoidales, mientras el eje trasero rígido se estructuraba con dos brazos longitudinales y una barra Panhard. La potencia la suministraba un motor de 1,6 litros y cuatro cilindros con 68 CV, que en la versión S de alta compresión alzanzaba 80 CV. En marzo de 1972, Opel introdujo una versión de acceso más económica que equipaba un motor 1.2 OVH, de 60 CV.
El Ascona Voyage fue un vehículo muy novedoso. En lugar de un clásico familiar, la versión de dos puertas del Caravan se constituía como un vehículo pensado para el ocio enfocado a familias jóvenes y con espacio para transportar bicicletas.
Inicialmente el Voyage se ofrecía sólo en versión L. En 1974 fue cuando apareció el Caravan, más básico. En la primavera de 1971 la gama se amplió con los Ascona 1.9 S y Ascona SR. El SR se podía elegir con un motor de 1,6 litros con 80 CV o uno de 1,9 litros con 90 CV. Por primera vez, en los motores más potentes, se ofrecía la opción de una transmisión automática de tres velocidades fabricada por Opel. El acabado SR también estaba disponible.
La versión SR del Ascona tenía las características de un ganador. Walter Röhrl y Jochen Berger disputaron el Europeo de Rallyes de 1974 con un sedán de dos puertas. Al volante del Ascona del equipo Opel Euro Händler, Röhrl y Berger ganaron seis de las ocho pruebas y el título con marca, aún inigualada, de 120 puntos. En 1975, poco antes de que el Ascona A fuese sustituido por la generación B, Röhrl y Berger vencieron en el Rally Acrópolis, consiguiendo la primera victoria de Opel en el Campeonato del Mundo de Rallyes.
Por otro lado, el Opel Manta, cuyo emblema está inspirado en las fotografías del explorador marino Jacques Cousteau, debutó en septiembre de 1970. Su presentación tuvo lugar en Timmendorfer Strand, en la costa del Mar Báltico. Opel llegó a comercializar un total de 498.553 unidades en todo el mundo.
El Manta era un novedoso coupé de cuatro plazas que desprendía un aire deportivo y elegante. Compartía plataforma, suspensión y mecánicas con el Ascona. Un nuevo miembro se incorporó a la familia de motores: 1.6 con 68 CV, que incluso llegó a desarrollar 80 CV en la versión S. El motor más potente del Manta era el 1.9 S de cuatro cilindros con 90 CV, también utilizado por el Opel Rekord.
En 1972, el 1.2 de 60 CV se presentaba como el escalón de acceso a la gama Manta, que en noviembre del mismo año se completaba con un Manta Berlinetta lujosamente equipado. Sus cinco años de producción se vieron enriquecidos con numerosas versiones especiales: «Holiday», «Plus», «Swinger» y «Summer Bazar», que combinaban un nutrido equipamiento a precios ajustados.
El Manta GT/E, con un motor de 1,9 litros con 105 CV e inyección Bosch L Jetronic, irrumpió como versión tope de gama en 1974. El Manta GT/E continuó la tendencia de los acabados en negro mate en lugar de cromado. La última versión especial apareció en 1975, poco antes del debut del Manta B. El «Black Magic», basado en el GT/E, tenía su carrocería totalmente pintada de negro con unas rayas anaranjadas que recorrían sus laterales así como el faldón delantero.
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