Así fue el Curso de Probador de coches de Autofácil

Un gran fin de semana. Es la sensación que hemos compartido los trece alumnos del taller organizado por Autofácil-Luike los pasados 26 y 27 de febrero.


El primer día, se nos reunió a los alumnos en la redacción de Autofácil. En una sala ya nos esperaban Salva y Pablo, redactores de la revista, que nos acogieron de forma agradable y cercana desde el primer momento. A cada uno de nosotros nos esperaba un completo manual de 53 páginas en el que explica como probar un coche. La verdad, no sabía que se le pudiera sacar tanto jugo a un automóvil. Nos recomendaron que le echásemos un vistazo porque al día siguiente lo pondríamos en práctica.

Tras un rato atendiendo a las explicaciones previas de las jornadas y algunas normas de seguridad, alumnos e instructores no pudimos evitar hablar sobre las últimas tendencias: que cómo va el nuevo Focus RS, que cuál es el mejor sistema LED del mercado y si es mejor que el xenón, etc. Después de unos minutos nos dimos cuenta de que somos unos auténticos frikis de este «mundillo». Además, se nos preguntó si queríamos saber cuáles iban a ser los coches de pruebas y respondimos casi al unísono que no, preferíamos la sorpresa. A los cinco minutos ya nos estábamos arrepintiendo, y no paramos de pedir que nos dieran alguna pista. Demasiado tarde. Los dos instructores lo pasaron bien «haciéndonos sufrir».

Luego, nos mostraron la redacción. La verdad que me esperaba un sitio mucho más grande. Parece mentira que un grupo editorial que engloba tantas revistas (como EVO, Autofácil, TodoTerreno o fórmulamoto), cupiese en una sola planta. Tras la presentación y algunas explicaciones de cómo se maquetan y construyen imágenes y textos por parte del resto de trabajadores de la revista, nos dirigimos a otro lugar que tenía ganas de conocer.

Banco de potencia

La visita continuó en DEMAC MOTOR, empresa dedicada, entre otras funciones, al desarrollo de productos para la optimización y la mejora del rendimiento de los motores de combustión y que colabora con la revista cada vez que se hace una prueba a fondo de un coche. Allí se metería «entre rodillos» un flamante Audi Q7 3.0 TDI 272 cv Tiptronic Quattro. Una vez asentado el coche, el técnico comenzó a «lanzar el coche» (maniobra que consiste en acelerar el coche a fondo para descifrar en el ordenador la potencia y fuerza del mismo).

De los 272CV y 600 Nm en ficha, el Audi pasó a 300CV y 700 Nm reales. Lo mejor de todo es que, después de varias repeticiones, el coche no perdió rendimiento a pesar del calor generado.

Entre la sorprendente anchura del coche, las ruedas en medidas 285 R21 y el ruido de los gigantescos ventiladores y el motor, la verdad que da respeto ponerse delante de una «bestia» de ese calibre.

Una vez terminada la prueba, el técnico, que por cierto, sabía un montón del tema, nos explicó cómo debíamos leer las gráficas de potencia y par de un motor y resolvió todas nuestras dudas.

Día concluido. Pasó rápidamente, pero Salva y Pablo aún tenían una sorpresa guardada: nos invitaron a unos pasteles que estaban «de muerte». Algunos alumnos seguimos preguntando sobre los coches de la prueba del día siguiente, pero los probadores, seguían sin «soltar prenda». Tan solo Pablo nos dijo que uno de los coches tenía unos 200CV más que el Audi?

Sábado

Tras una jornada interesante tocaba probar los coches de los que todavía no teníamos una idea clara acerca de qué modelos serían. A las ocho de la mañana, los dos redactores citados en la primera jornada nos presentaban a tres probadores más. Cuatro de los coches ya estaban en la puerta de la redacción: Un Citroën C4 Cactus, un Ford Focus C-Max, Hyundai i10 y el Audi Q7 de 300cv y 700 Nm. Tras un briefing de seguridad en el hall de la redacción, salimos fuera asombrados por el sonido de un motor al que uno no está acostumbrado a oír. Se trababa del 4 litros v8 bi-turbo de un recién nacido Mercedes AMG GT-s.

Fase 1. Análisis exterior e interior de los coches

El hecho de escoger esos modelos para la prueba tenía bastante sentido, y más con la cantidad de segmentos nuevos que han aparecido y aparecerán. Si bien es cierto que eché en falta una berlina, también lo es que los potenciales clientes ahora se interesan también por otros segmentos como los crossover y todocaminos que tan de moda se han puesto en estos últimos años.

De izquierda a derecha: Mercedes-Benz AMG GT-s, Audi Q7, Hyundai i10, Ford Focus C-Max y Citroën C4 Cáctus.

Cada coche iría representado por un instructor. Los alumnos fuimos organizados en grupos de tres. Ahora tocaba poner en práctica nuestras propias habilidades y lo que habíamos aprendido el día anterior con el manual del probador. Acabados exteriores, vano motor, maletero, habitabilidad interior, ergonomía, etc.

Fase 2. Puesta en marcha y primeras impresiones de conducción.

Una vez analizados los coches, nos pusimos en marcha rumbo a la Sierra Norte de la Comunidad de Madrid. Cada alumno conducía cada coche durante media hora y luego se iba incorporando al resto de modelos y a otros grupos, tanto de conductor como de pasajero.

Destacaría la buena organización en cuanto a los turnos. No hubo ningún fallo y todos condujimos todos los coches el mismo tiempo.

Las condiciones climatológicas no eran las mejores, el viento soplaba muy fuerte de costado, y eso en autopista se notaba más en unos coches que otros. Tras unos minutos ascendiendo por la carretera de Burgos, el paisaje ya dejaba entrever regueros de nieve por las cunetas. Los primeros copos empezaban a caer.

La verdad es que incluso el pequeño i10 se mantuvo a la altura de las circunstancias. Solo hubo algún problema de motricidad lógico por otra parte, debido a las condiciones adversas, en los puntos más altos del recorrido.

Durante un viaje en el que los alucinantes paisajes nevados se sucedían, íbamos comentado las impresiones que nos transmitía cada modelo. Fue un punto vital entender que cada coche «es lo que es» y está dirigido a un público concreto.

Además, los distintos tipos de asfalto nos permitían probar las capacidades de dirección, amortiguación o respuesta al acelerador. Gracias a que tres de los probadores son instructores de la escuela de conducción de BMW, pudimos adquirir algo más de destreza al volante.

Tras una parada para comer seguimos en marcha, conociendo la variedad de rutas que nos ofrece Madrid para disfrutar de la conducción.

Fase 3. Regreso a la redacción

Ya de vuelta, la noche nos había caído encima y, por tanto, tuvimos la oportunidad de comprobar la iluminación de cada coche. Y esa fue otra de las ventajas de tener coches tan distintos, ya que probamos desde los clásicos halógenos, pasando por eficaces bixenón y terminando por los excepcionales Matrix LED.

A las nueve o nueve y media de la noche ya estábamos despidiéndonos de los coches. El cansancio se notaba entre los alumnos pero también las caras de felicidad y satisfacción.

Después de los agradecimientos mutuos entre profes y alumnos, fuimos obsequiados con los últimos números de cada revista de la firma Luike y un diploma que acreditaba nuestra asistencia.

Un placer. A seguir aprendiendo.

Gonzalo López

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