Taller GECO

Entre la Amaxofobia y la Tedio-conducción: el placer de conducir con seguridad, ¿una utopía?

Luis Hernandez
Luis Hernandez
La amaxofobia (miedo a conducir y hasta pánico a conducir), y la tedio-conducción (conducción aburrida, distraída... y hasta irritante), son extremos que se tocan y atentan gravemente contra la seguridad vial. ¿Se puede alcanzar o recuperar el término medio de una conducción segura y a la vez placentera?


Tedio-conducción

Ayudas a la conducción cada vez más «intrusivas» que llegan a anular o hacer innecesaria la intervención humana, aplicaciones excesivamente severas de las limitaciones de velocidad que obligan a circular a ritmos tan tranquilos que llegan a inducir al sueño… La confluencia de estas circunstancias amenaza con convertir el manejo de vehículos en algo anodino, soso, aburrido. Se pierde en destreza y atención. Se crece en impaciencia, agresividad e intolerancia. Y paradójicamente lo que pretenden ser medidas de protección acaban poniendo en peligro la seguridad vial.

Amaxofobia

La amaxofobia afecta a un tercio de la población española en sus diversos grados, según un riguroso estudio realizado por Fundación MAPFRE. Las causas son muy diversas, desde la falta de práctica suficiente en los meses siguientes a la obtención del permiso de conducción, hasta haber sufrido un accidente de tráfico. Pero también los mismos factores enumerados en el párrafo anterior pueden favorecer la amaxofobia, por no hablar de algunas campañas de sensibilización/aterrorización sobre accidentes de tráfico. Quien padece amaxofobia puede sufrir enormemente cuando se dan las circunstancias desencadenantes del miedo, desarrollando en la mayoría de los casos maniobras de evitación que agravan y enquistan el problema, llegando incluso a abandonar definitivamente la conducción (un 18% de los afectados).

¿Cómo sobrevivir a este nuevo escenario?

A todo conductor le gusta conducir bien, pero si se aburre mortalmente, si, para evitar el tedio, trata de distraerse con estrategias ajenas a la conducción, si la irritación, las prisas o incluso el pánico (amaxofobia) se apoderan de él –y, por desgracia, esos diferentes estados de ánimo son demasiado frecuentes hoy en nuestras carreteras, pudiendo afectar casi a cualquier usuario en determinados momentos–, si disminuye o aumenta en exceso su nivel de estrés, sencillamente se está poniendo en peligro y, más aún, está poniendo en peligro a los demás.

Entre todos los factores que confluyen en la seguridad, por encima del estado de las vías, de la correcta puesta a punto de los vehículos, de las ayudas electrónicas, de las normas pretendidamente proteccionistas…, más importante que todos ellos es el conductor. Al final todo está en sus manos. Él, o ella, es la piedra angular del tráfico por carretera.

Partiendo de esta premisa, Fundación LUIKE decidió crear en 2011 el Curso GECO (Gestión del Estrés del Conductor) para enseñar al conductor sencillas técnicas psicofisiológicas destinadas a mantenerse centrado en la conducción, con un mayor control de sus emociones, del vehículo… y con un mayor disfrute de la conducción.

En estos casi cinco años, el curso ha ido evolucionando gracias a las valiosas aportaciones de sus alumnos en sucesivas ediciones, haciéndose cada vez más práctico, divertido y útil.

La técnica también se ha empleado para mejorar el rendimiento en la conducción deportiva y en otros deportes, como el tiro olímpico, o para mejorar la salud en otros ámbitos: control de la tensión arterial, del ritmo cardiaco, del insomnio, etc

Las claves del Curso GECO

Consiste en un taller teórico práctico para un máximo de 8 alumnos, quienes durante dos horas y media…

  • … intercambian experiencias personales y opiniones sobre la participación activa del conductor (y el copiloto) en la seguridad vial.

  • … descubren conceptos básicos sobre el estrés: su valor esencial para mantener el necesario estado de alerta; cómo influye en la capacidad de reacción para mejorar en eficiencia, resolver situaciones de peligro y hasta salvar vidas. 

  • … aprenden a gestionar el nivel de estrés, para mantenerlo en los niveles adecuados a cada momento, mediante un método original desarrollado por el Dr. Luis Hernández a partir de sencillas técnicas de control de la Coherencia Cardiaca y técnicas de Psicoterapia Autógena.

  • … ejercitan y comprueban lo aprendido en un juego-simulador de conducción (Gran Turismo Sport de PlayStation II).

Coherencia Cardiaca y Psicoterapia Autógena

¿No te sientes a veces especialmente optimista, con la sensación, incluso la certeza, de que todo va a salir bien? Normalmente este estado asertivo proporciona una visión positiva de las cosas y nos prepara para hacerlas de forma correcta. Y al aumentar la seguridad, aumenta también la probabilidad de éxito. La buena noticia es que ese estado no sólo se produce cuando todo va bien: también podemos inducirlo. Si lo gestionamos bien, casi sin darnos cuenta, podemos superar tanto la amaxofobia como la tedio-conducción, mejorando nuestro nivel de concentración y adecuando el nivel de tensión (estrés) a lo que vamos a realizar. En esos momentos de excitación controlada podemos sentir hasta los latidos del corazón. Sentimos incluso que podemos mantenerlo a un ritmo regular. Estamos en coherencia cardíaca autógena.

¿Cómo se hace?

Todo requiere un mínimo entrenamiento, pero en solo dos horas y media, se aprende este método, desarrollado por el Doctor Luis Hernández con la colaboración del Prof. Dr. Luis de Rivera y el Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática).

La técnica, presentada recientemente en el III Congreso Mundial de Meditación y Ciencia, se denomina Coherencia Cardiaca Autógena y el curso ya ha sido impartido a varios cientos de conductores. El alumno dispone de instrumentos de medición que le permiten comprobar por sí mismo cómo es capaz de controlar su nivel de coherencia y cómo esto tiene un efecto inmediato en su concentración, eficiencia y solución de problemas.

Una diapositiva de la presentación realizada en el congreso del pasado 12 de septiembre:
 

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Frecuencia cardiaca durante conducción simulada en un alumno del Taller GECO. Durante el primer minuto se mantiene a unas 145 pulsaciones por minuto. A partir de ahí va aplicando las técnicas de coherencia cardiaca autógena y el pulso se va normalizando (las líneas rojas son artefactos).

El próximo Taller GECO tendrá lugar el 15 de octubre. Más información aquí.