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Tiene un nombre atractivo, y el diseño de la carrocería es bonito y elegante… El interior me ha resultado bastante cómodo y amplio; parece un familiar. Además, para lo que cuesta, el Duster es muy interesante.
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No hay una toma para conectar un USB, la radio me parece ‘cutre’ y los espejos tienen regulación manual -cuesta mucho ‘alcanzar’ la palanca que acciona el del lado derecho-.
Incluso una persona grande va cómoda al volante.
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Es muy manejable, gira en poco espacio y la suspensión me ha parecido confortable, sobre todo al pasar por los badenes. Los faros alumbran muy bien y el cambio tiene un manejo suave. Además, los asientos son cómodos.
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No puede llevar ESP o airbags de cortina. El tacto de los mandos es un poco frágil. En carretera, no me parece nada rápido.
De serie viene con estas robustas barras de techo.
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Diseño exterior y porque resulta llamativo. El interior es poco moderno, pero parece robusto y los acabados son sencillos: tiene pinta de estar hecho para durar.
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Las manecillas de las puertas parecen frágiles. Además, el coche está mal insonorizado. Si ruedas despacio no plantea problemas, pero yendo rápido noto que le falta aplomo.
Con estos paragolpes negros no se notan los clásicos rayajos de aparcamiento.
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Es compacto por fuera, pero amplio y acogedor por dentro. La postura de conducción es muy correcta y ofrece una buena visibilidad. El aire acondicionado es potente -aunque ruidoso- y el equipo de audio suena muy bien.
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La rueda de respuesto va debajo del coche: sacarla es bastante incómodo. Los limpiaparabrisas son pequeños y lentos.
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