Cuando lo ves, de primeras piensas que estás viendo algo que ya conoces pero que ha mejorado sustancialmente –creo que acabo de definir el término restyling–. Si bien los nuevos faros le dan un toque más sofisticado, la nueva calandra, –al menos para un servidor–, tardará en hacer que me acostumbre a ella. Todo lo contrario que las nuevas barras de techo, más robustas, o el nuevo tubo de escape cromado, que le confiere una mayor calidad. Ahora bien, lo que sí que impresiona es el nuevo interior.
Lo primero que llama la atención es la nueva consola central, totalmente renovada. En ella, se han eliminado los botones de los elevalunas delanteros reubicándose, de forma más lógica, en las puertas –el conductor ahora tiene acceso a las cuatro-, y se han subido los interruptores de la luces de emergencia y del cierre centralizado. La palanca del cambio se ha elevado ligeramente y la climatización mantiene las ruedas analógicas pero con el botón de la luneta térmica trasera junto a ellas. Así, el hueco resultante se ha empleado tanto para la radio, más actual como para montar el sistema de navegación con pantalla táctil de cinco pulgadas –opcional, por 190 euros–. Con ella se gana en calidad y orden, pero se ha colocado en una posición demasiado baja, provocando que el conductor tenga que desviar demasiado la mirada.
Por lo demás, siguen abundando los plásticos blandos, pero con la impresión de estar mejor ajustados que en su predecesor. Además, en la zona alta del salpicadero se han colocado dos huecos/bandejas bastante útiles para dejar cosas. El volante es un poco más grande y, además de estar revestido en cuero, incluye los comandos de regulación y limitación de velocidad. En cuanto a la habitabilidad y el espacio, nada varía. Los asientos recogen bien, aunque la sujeción es algo escasa mientras que en la zona trasera hay espacio de sobra tanto para las piernas como para la cabeza. El maletero mantiene los 475 litros, ampliables a 1.636 con la segunda fila abatida.
Nuevos motores y tracción mejorada
El Dacia Duster 2014 puede escogerse con cuatro motores, dos de gasolina y otros dos diesel. Las primeras corresponden al 1.6 de 105 CV –tendrá disponible una versión GLP- y al 1.2 TCe de 125 CV, un inyección directa con turbo de origen Renault –obviamente- que se estrena en el Duster y que más adelante lo hará en el resto de la gama, tanto de Dacia como de la francesa. En el apartado diesel, no hay cambios, pudiendo elegirse con los 1.5 dCi de 90 y 110 CV –ambos fabricados en Valladolid-.
Durante la toma de contacto pudimos probar el dCi de 110 CV y el TCe, en ambos casos, asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades –no está prevista, de momento, una automática- y con tracción 4×2. En el primero, apenas percibí cambios con respecto a su predecesor. Es un motor progresivo aunque bastante ruidoso, sobre todo en un bajo régimen. Ofrece un buen empuje desde las 1.700 rpm y se muestra constante hasta las 3.500 rpm. El consumo homologado está cifrado en 4,8 l/100 km aunque durante el contacto, no bajó de 6 litros.
En cuanto al TCe, las sensaciones fueron muy satisfactorias. Resulta muy silencioso, casi sin vibraciones, ni siquiera a bajas vueltas. Ofrece un empuje óptimo desde las 1.800 rpm –según su ficha, el 90% de sus 205 Nm está disponible desde las 1.500 rpm- y, aunque es algo más lento, es progresivo hasta las 4.000 vueltas. El consumo es algo más elevado, con 8,1 l/100 km durante nuestra prueba –homologa 7,1 litros-.
También pudimos realizar un pequeño circuito con una unidad de tracción total. En estas versiones –para los motores 1.6 de 105 CV y 1.5 dCi de 110 CV- se incluye un mando frontal con el que poder seleccionar tres modos de tracción: 2WD, Auto –repartiendo el par hasta un 50% en cada eje cuando nota perdida de tracción- y Lock –bloqueando el reparto de par y dejándolo de forma permanente equilibrado-. A ello, le acompaña una relación de cambios más corta en la primera velocidad, para entregar más fuerza, unos neumáticos M+S y unos ángulos de ataque y salida de 29,3º y 34,9º, respectivamente. Esta unión nos permitió afrontar pequeñas rampas, fosos con agua y zona de cruce de puentes.
El nuevo Duster está ya disponible en la red comercial con una gama que consta de tres acabados, Base, Ambiance y Laureate con los siguientes precios:
Duster 1.6 105 CV 4×2 | Desde 10.900 euros |
Duster 1.6 105 CV 4×4 | Desde 12.900 euros |
Duster 1.6 105 CV 4×2 GLP | Desde 13.650 euros |
Duster TCe 125 CV 4×2 | Desde 13.750 euros |
Duster 1.5 dCi 90 CV 4×2 | Desde 14.250 euros |
Duster 1.5 dCi 110 CV 4×2 | Desde 14.850 euros |
Duster 1.5 dCi 110 CV 4×4 | Desde 16.850 euros |