Pero la NASA confía en que, en un futuro cercano, pueda ayudar a los astronautas en la «actividad extravehicular» y, a medio plazo, emplear a sus ‘descendientes’ para protagonizar misiones espaciales a Marte.
De momento, su primera misión espacial está siendo un éxito. «El instante en el que se encendió y comenzó a funcionar en la ISS fue algo emocionante: comenzamos a recibir el vídeo de los ojos de Robonaut 2 y empezó a reaccionar como se esperaba», ha explicado Nick Radford, director del proyecto.
-La experiencia con R2 en la estación espacial es el principio del uso de la robótica en el espacio-, ha comentado John Olson, director de la oficina de integración de sistemas de exploración de la NASA.
-Así, en el futuro, el trabajo conjunto entre seres humanos y robots permitirá estudiar mejor el Sistema Solar, pudiendo llegar más lejos de lo que podamos imaginar hoy».
En definitiva, R2 es el primero de una nueva generación de robots con forma humana, inteligentes, capaces de tomar decisiones y suplir a los humanos en algunas funciones. Eso sí, aún queda mucho por mejorar.
La laguna más evidente es que, actualmente, el R2 mide 1,5 metros, pesa 136 kilos y carece de piernas. Sin embargo, eso no es un problema tan grave en el espacio: en condiciones de ingravidez las piernas sirven de poco.
«Bueno, impulsarse con las piernas es una buena forma de romper algo con la cabeza», asegura Nicole Stott, tripulante de la misión SST-133, encargada de subir el R2 a la ISS.
En cualquier caso, la NASA piensa ‘incorporarle’ unas piernas, y ya está probando una plataforma de cuatro ruedas que le serviría para desplazarse sobre la superficie de algún planeta -un programa muy apropiadamente bautizado como Centurion-.
¿Lo más curioso? Además de realizar trabajos manuales, R2 es capaz de comunicarse a través de Twitter, la red social de mensajes cortos de Internet.
De hecho, puedes seguir su trabajo en su cuenta @AstroRobonaut, en la que escribe cada día, desde la ISS.
Y es que R2 es un humanoide afortunado: tiene trabajo. Otras marcas de coches han desarrollado robots parecidos… que están en paro. Eso sí, todos son muy hábiles.
… Y los robots más feos
Las marcas de coches son las mayores propietarias de robots del planeta.
Estos ingenios, generalmente con forma de brazo, se emplean fundamentalmente para hacer soldaduras o, en el caso del Kuka Titan -el más ‘fuerte’ en servicio; ver arriba-, transportar coches de una línea de producción a otra.
Carentes de autonomía, la especialidad de estos robots es la precisión.
Una universidad alemana tiene un departamento dedicado a demostrar de qué son capaces.
Y por ejemplo, en 2007, un Kuka de 300 kilos de fuerza se escribió, en siete días, la Biblia según Lutero con caligrafía gregoriana y usando una pluma estilográfica.
Y también…
Robot oviforme que la marca está empleando para desarrollar un sistema de conducción autónoma.
Está dotado de múltiples sensores que le permiten trasladarse de un lugar a otro sin chocar contra un obstáculo. Imita el comportamiento de los peces cuando se desplazan.
Creado en 2000, la actual es la cuarta generación de uno de los obot humanoides más avanzados del mundo.
Mide 130 cm, pesa 54 kilos y es capaz de correr a 9 km/h, saltar, mantener hasta tres conversaciones simultáneas y manipular cosas con delicadeza -por ejemplo, servir una bebida de la botella al vaso sin derramar ni una gota-.
Es uno de los principales fabricantes de robots en Japón. En 2011, presentó un nuevo robot humanoide de 1,5 m de altura y 56 kg.
Tiene tal habilidad manual, que es capaz de interpretar música con un violín.
Desarrollado por el gigante japonés de los componentes -aunque te sonarán más sus equipos de aire acondicionado-, HOAP-3 es un robot muy especial.
Mide sólo 70 cm, pero su contribución a la robótica es importante: con un sistema operativo basado en Linux, es el único que se puede comprar -por unos 50.000 – – y programar -muchas universidades los emplean con fines educativos-.
Se trata de un robot ‘doméstico’ de un metro de alto y 30 kg de peso.
Se concibió originalmente como robot de compañía para cuidar ancianos, y es capaz de manejarse sin chocar contra las cosas, realizar tareas sencillas… aunque su punto fuerte es reconocer caras y hacer de guía en edificios corporativos.
En la actualidad, Mitsubishi lo alquila como reclamo publicitario… pero sólo a empresas japonesas.