¿Necesitas comprar una pieza de desguace para tu coche y no sabes como proceder? Te mostramos seis trucos para agilizar el proceso de compra y, de paso, ahorrar unos euros. Y es que, en los Desguaces o CAT –Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos–, puedes encontrar piezas usadas por un precio inferior hasta en un 80% al componente original. ¿Acaso no te parece interesante?
1.- Localiza la pieza que necesitas
Si quieres comprar una pieza de segunda mano, lo primero que necesitas saber es qué repuesto necesitas exactamente para tu coche. Y es que, aunque los todos las unidades de un determinado modelo parezcan iguales, son muchos los componentes que cambian en un automóvil dependiendo de su año de fabricación. Por ejemplo, puede que en un Seat León 1.6 TDI de 2018, una determinada pieza no sea exactamente igual que en una unidad idéntica de 2016.
Para ello, saber qué pieza necesitas exactamente, deberás fijarte en la referencia de ese componente, o bien, localizar la pieza en cuestión a partir del número de chasis del vehículo – puedes encontrarlo en la ficha técnica-.
2.- Infórmate en Internet y por teléfono
Internet también es una herramienta útil para encontrar piezas en un desguace cerca de la zona geográfica en la que vives. Supongamos que quieres buscar desguaces en Alicante, en ese caso a través del buscador de Páginas Amarillas puedes obtener un listado de todos los desguaces de esta provincia. Una vez que tengas localizado el centro que te interesa a través del directorio online de Páginas Amarillas, puedes realizar una llamada telefónica preguntando si tienen la pieza que te interesa.
3.- Si vas al desguace, lleva ropa cómoda
Si por otro lado eres de los que prefieren asistir directamente al desguace, te recomendamos que lleves ropa vieja, ya que lo habitual es que los coches estén amotonados en una campa que, como imaginarás, tiene bastante suciedad. Otra opción interesante es vestirse con un mono de trabajo antes de entrar al desguace y quitártelo una vez que salgas. Muy importante: no olvides los guantes de trabajo o podrías cortarte al desmontar un componente.
4.- Antes de irte a desmontar la pieza, pregunta en el mostrador
Hay desguaces tan grandes que cuentan, incluso, con una línea de autobús interna. Por eso te recomendamos que, si no eres excesivamente habilidoso con las herramientas, antes de ir a desmontar las piezas preguntes si ya tienen el repuesto desmontado y, en caso de que no sea así, si el propio personal del desguace podría desmontarlo. Existen centros en los que los operarios acompañan a los clientes y les ayudan a desmontar la pieza que necesiten. Además, te ahorrarás cargar con las herramientas, que por lo general suelen ser bastante pesadas.
5.- Si pides factura, tendrás garantía
Los desguaces están obligados a hacerte factura si lo solicitas, una idea interesante de cara a comprar componentes ‘caros’ susceptibles de no funcionar correctamente, como puedan ser un motor, la cremallera de la dirección, algún módulo electrónico.
6.- No compres piezas de desgaste
Existen algunas piezas que no deberías comprar nunca en un desguace, por baratas que salgan. Se trata de los componentes que afectan a la seguridad de tu coche, como puedan ser los amortiguadores –si están en mal estado serán incapaces de controlar el balanceo de la carrocería y se alargará la frenada-, los discos de freno -podrían generar vibraciones al frenar y, en el peor de los casos, partirse-, los airbags -podrían no desplegarse en caso de accidente-, etc.
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