De hecho, el Departamento de Defensa estadounidense ya tiene varios Volts en su poder: Este verano, la base de marines en Miramar (California) añadió dos Chevrolet Volt a su flota, mientras que la base Andrews de Maryland contará en breve con dieciocho. Según la revista «Stars and Stripes», la base Andrews es el lugar en el que se guarda el avión oficial del presidente de los Estados Unidos, el célebre Air Force One.
Sobre el Volt, Barack Obama declaró en una ocasión que le gustaría «comprar uno y conducirlo yo mismo […], dentro de cinco años, cuando ya no sea presidente». En total, la administración estadounidense ya ha adquirido cien unidades del Volt para distintos cometidos. Es por todo esto que los críticos consideran que el gobierno de Obama está compensando a GM las ventas discretas del Volt para que le salgan las cuentas; y es que esta noticia llega poco después de la polémica desatada por el baile de cifras sobre si General Motors pierde dinero produciendo el Volt y, en tal caso, cuánto. Además, la producción del Volt se va a suspender temporalmente dentro de unos días por tercera vez en lo que va de año.
Sin embargo, los que intentan relacionar al Volt con el actual gobierno de Estados Unidos se encontraron a principios de año con un problema: El ex-presidente republicano George Bush padre siguió los consejos de Obama y se decantó por un Chevrolet Volt como regalo para uno de sus hijos.
