Esta avería puede deberse a dos motivos: 1.- Que se haya averiado el propio mecanismo de la aguja, que emplea un sensor de temperatura -es poco probable, pues si ocurre esto lo más normal es que la aguja se vuelva ‘loca’ y tan pronto marque mucho como poco; te costará unos 30 euros-. 2.- Que se haya a
veriado el termostato del motor -es una válvula de paso que se encarga de abrir y cerrar el circuito de refrigeración para permitir que el líquido refrigerante se mantenga a unos 90 grados, que es su temperatura ideal de funcionamiento-, de manera que algunas veces se quede abierto y no permita que el agua del motor se caliente –
es lo más probable; te costará unos 50 euros-.