Se esperaba a su presentación oficial en el Salón de Detroit, que tendrá lugar a mediados de enero, para conocer el lavado de cara que Infiniti le había dado a su SUV grande, el QX60. Sin embargo, la marca premium de Nissan ha decidido enseñarlo antes del evento, el cual contará igualmente con la presencia del nuevo Q50. En cualquier caso, es prácticamente un desconocido en el mercado europeo, ya que tanto por tamaño como por mecánicas no se comercializa en el viejo continente.
De hecho, fue el primer vehículo de Infiniti en fabricarse en Estados Unidos, acercándose ya a la mitad de su vida comercial tras su lanzamiento en el año 2013. Lo más novedoso en la parte delantera se encuentra en su parrilla, que ha sido rediseñada y tiene a ambos lados unos faros con luces LED diurnas integradas. A su vez, incluye detalles cromados por toda la carrocería y cuenta con unas luces antiniebla también con tecnología LED.
Interiormente, el habitáculo apenas cambia. Para aumentar la percepción de calidad se han utilizado mejores materiales y una nueva palanca de cambios. Además, se ha mejorado el aislamiento acústico y todos los plásticos son suaves. En cuanto a dotación, lo más destacado es un nuevo climatizador tri-zona y ayudas en la conducción, como por ejemplo una cámara de visión de 360º o un detector de colisión frontal con frenada automática de emergencia.
De este modo, las motorizaciones disponibles serán un propulsor gasolina V6 de 3.5 litros que rinde 265 CV y un par máximo de 336 Nm, y un motor híbrido de 2.5 cc con una potencia de 250 CV y 329 Nm de par máximo. Asimismo, añade una nueva suspensión que mejora su estabilidad y una dirección más comunicativa.
