Aunque denominarlo compacto es hacer un guiño a las costumbres del mercado americano. El Buick Verano mide en realidad 4,67 metros de longitud. El Verano es la versión Buick de la plataforma que ya comparten el Chevrolet Cruze y el Opel Astra. De hecho, pocas son las diferencias que encontraremos con el previsible Astra Sedán de la última generación del compacto de Opel, aunque los acabados en el Verano tengan que estar a la altura de una marca premium. Detalles como la configuración del eje trasero son un calco del Opel Astra.
En cuanto a la mecánica, se apuesta por el 2.4 Ecotec de 179 CV -que gasta 7,5 l/100 km y acelera de 0 a 100 de 8 segundos-, pero dentro de un año deberíamos poder verlo con un 2.0 turbo. Para el Ecotec la transmisión es automática de seis velocidades. De lo que se puede estar seguro es de que los ruidos y las vibraciones serán mínimos, tal y como se espera de la filosofía que Buick llama «quite tuning», que incluye la eliminación de elementos que produzcan ruido aerodinámico, su absorción mediante paneles y la concienzuda insonoración del habitáculo.
Además de los ya clásicos controles de tracción y estabilidad, el Verano ofrece diez airbags, climatizador de doble zona, asientos de piel calefactables y la opción de montar llantas de 18 pulgadas. Pero la estrella del equipamiento es la aplicación de conectividad OnStar. Con este sistema de radio es posible estar al tanto de asuntos como el nivel del depósito o la presión de los neumáticos estés donde estés si tienes un Smartphone.
El Verano es el tercer nuevo modelo de Buick en dos años, tras los Enclave, LaCrosse y Regal, y los estadounidenses podrán adquirirlo ya a finales de 2011. El Audi A3 y el Lexus IS, están en su punto de mira.
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