
Hace un par de años Daniel Paulin presentó un prototipo bautizado con el nombre de VR Concept . El VR dejaba entrever las líneas maestras de la filosofía de Daniel Paulin Motors: reminiscencias clásicas de los años 40 mezcladas con curvas suaves salpicadas con aires de ciencia ficción.
El GTX es un ejemplo de cómo se puede cambiar la imagen de un coche con un acertado uso de la pintura. Así, la carrocería cambia de color al llegar a las aletas delanteras y traseras. El interior es otra prueba de la máxima de Paulin, menos es más, que se hace notar en una instrumentación sobria pero elegante, nada que ver con los pobres materiales utilizados por la mayoría de los coches americanos.
Antes de presentarlo el 1 de agosto en Pebble Beach, donde a buen seguro logrará algún premio, sus creadores tienen previsto realizar una prueba en el viejo Nürburgring para ver su comportamiento en un trazado tan exigente como el infierno verde.






