Se destinarán a esta compra un total de 1.996.500€ y con ellos se va a controlar la velocidad en 14 provincias: Almería, Asturias, Cáceres, Cádiz, Cantabria, Jaén, Madrid, Málaga, Murcia, Ourense, Palencia, Sevilla y Teruel. Aún así, se puede decir que sale rentable, ya que la DGT quiere recaudar a lo largo de 2015 más de 360 millones de euros en multas a infractores. Es la cifra más baja desde 2008 y un 6,1% menos que en 2014.Los nuevos radares a adquirir son de los llamados cinemómetros de barrera láser. Su funcionamiento consiste en que emite dos lásers perpendiculares a la carretera. Cuando un vehículo toca el primero comienza el cálculo de lo que tarda en pasar por el segundo, separado a unos centímetros de distancia. Con esta información calcula la velocidad a la que ha pasado, la distancia que separa el radar del vehículo, el ancho y largo del mismo e incluso tiempo y distancia entre varios vehículos. Incorpora cámara digital de alta resolución con objetivo gran angular, ordenador de captura y almacenamiento, flash con sincronizados, baterías, cargadores, trípodes y soportes para coches y maletas. Con todo esto la DGT puede instalarlos de manera permanente en casetas al borde de la carretera o provisionalmente sobre trípode o en coches. Funciona en varios carriles a la vez y puede monitorizar rectas o curvas.
La empresa adjudicataria tiene dos meses de plazo para entregarlos y tiene obligación de mantener una garantía de dos años.