Plegar los retrovisores, especialmente en aquellas zonas estrechas, es una práctica de lo más común para protegerlos frente a conductores despistados o incluso para facilitar el paso en las aceras. De hecho, la práctica totalidad de los modelos actuales cuenta con un sistema automático que repliega los espejos con sólo pulsar un botón. Sin embargo, se trata de una práctica que la Dirección General de Tráfico (DGT) desaconseja.
Aunque pueda parecer lo más evidente de cara a proteger el vehículo, el organismo presidido por Pere Navarro indica que esto puede traer notables problemas de seguridad. La DGT esgrime que plegar los retrovisores reducen la visibilidad de todo lo que ocurre alrededor del coche, no pudiendo identificar otros vehículos, motorista, ciclistas o incluso peatones.

La visibilidad es clave para poder circular con seguridad. Por eso mismo, los espejos retrovisores se tornan importantísimos para esta tarea, y por supuesto, para la seguridad del resto de usuarios de la vía. También son esenciales a la hora de maniobrar o para cambiar de carril con todas las garantías de seguridad, reduciendo así el riesgo de sufrir un accidente.
Esto es lo que recomienda la DGT con los retrovisores
Cuanto mejor sea la visibilidad mejor. Este es el principal argumento que sostiene Tráfico para dejar los retrovisores desplegados. De esta forma, nada más entrar al coche, el conductor tendrá una visión completa de lo que sucede alrededor; y es que se puede dar el caso de que el usuario se olvide de volver a colocar los espejos laterales en su posición, lo que aumenta las posibilidades de pasar por alto otros vehículos que están circulando.

Ahora que sabemos lo que recomienda la DGT, el citado organismo ofrece una serie de recomendaciones. La primera y más obvia: buscar lugares de estacionamiento seguros. Zonas anchas, con suficiente espacio para evitar golpes y demás daños. Si la zona es estrecha, emplear protectores de espejos puede minimizar los daños.
Recuerda que es aconsejable revisar de forma periódica la posición de los espejos retrovisores para asegurarse que están correctamente colocados. La multa por tenerlos replegados o mal colocados es de 200 euros sin la retirada de puntos en el carnet.
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